Superación, esfuerzo o solidaridad son palabras que suelen ir junto al deporte pero si hablamos del Mideba Extremadura estos términos adquieren mucha más importancia .
Felipe Ferrín
Fotos: Cedidas
El deporte es un vehículo perfecto para la integración y el baloncesto en silla de ruedas facilita a muchos jóvenes la inclusión en la actividad física y social. Esta importante labor la lleva realizando el Mideba Extremadura desde hace más de 30 años.
El Mideba nace en 1982, cuando Miguel Torres y Miguel Mancho vuelven de Galicia asombrados tras ver un partido de baloncesto en silla de ruedas. La idea fue crear una entidad capaz de integrar tanto social como deportivamente a las personas con discapacidad de la ciudad de Badajoz.
En sus comienzos el Club Minusválidos Deportistas Badajoz era una entidad que practicaba el baloncesto a nivel aficionado y realizaba exhibiciones por la provincia pacense. Con el paso de los años el Mideba facilitó a las personas con discapacidad una larga lista de actividades deportivas para poder aprender la disciplina preferida; de este modo, se sumaron al baloncesto el aeromodelismo, la natación, el tenis de mesa, y ya en la década de los 90, el atletismo, la halterofilia o el tiro con arco. Pese a la faceta polideportiva de la entidad, la bandera del club siempre ha sido el baloncesto, sección con la que ha conseguido multitud de trofeos y ha llevado el nombre pacense y extremeño por todo el país e incluso gran parte de Europa.
En 1995 el equipo de baloncesto en silla de ruedas del C. P. Mideba se proclama campeón de la Primera División Nacional y asciende a la División de Honor, categoría que no ha abandonado hasta la fecha. Las vitrinas del equipo midebista están repletas de títulos y galardones, aunque su mayor logro es trabajar durante más de 30 años por la normalización de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la vida.
Francisco Romero es el jugador más veterano que se encuentra actualmente en las filas del Mideba. Paco, como le conocen sus amigos, cumple 25 años en el club de su vida y, como él mismo afirma, “el Mideba a mí me lo ha dado todo, me dio un trabajo, una mujer, una vida…”. A los cuatro meses de vida le detectaron poliomielitis y hasta los 18 años apenas pudo salir de casa. A través de un amigo conoció el Mideba y desde entonces es uno de los jugadores insignia del equipo extremeño. Con el paso de los años Paco se fue haciendo hueco en su equipo y también en la vida, conoció a su actual mujer en un partido de baloncesto y pudo encontrar trabajo gracias a las relaciones de amistad que se hacen en el deporte adaptado. Tras un cuarto de siglo jugando para el Mideba Extremadura la afición sigue levantándose y aclamando los triples de Paco Romero.
Como Paco, hay una larga lista de jugadores a los que el Mideba ayudó a integrarse en la sociedad, muchos de ellos de Badajoz y Extremadura, otros, de fuera de nuestras fronteras. Salvador Zavala aterriza en Badajoz en 2002 después de debutar en España en el equipo de Melilla. El Chava, como le conocen, tuvo un accidente a los 12 años por el que perdió una pierna. Sus ejercicios de rehabilitación y su afán de superación le llevaron a practicar este deporte, convirtiéndose años más tarde en uno de los mejores jugadores de baloncesto adaptado. Zavala ha sido máximo anotador de la Liga en numerosas ocasiones y ha desempeñado varias temporadas la labor de jugador-entrenador. Hablamos con Salvador Zavala:
Después de tantos años en Badajoz y en el Mideba, ¿Cómo te sientes en esta ciudad y en tu club?
Desde que llegué al club todos me han arropado y yo me he sentido muy bien. Creo que se han conseguido grandes cosas a nivel deportivo y es un orgullo que un equipo de alto nivel de esta ciudad consiga cosas tan importantes a nivel europeo. La verdad es que desde que aterricé desde México hace más de 10 años toda la afición y el club me ha tratado muy bien, y eso se ve reflejado en mi juego en la pista.
Para el Mideba eres un jugador muy importante. ¿Qué es el Mideba para ti?
El Mideba me abrió la puerta en España; aunque he jugado en Melilla y en Valladolid mis grandes logros los he conseguido aquí, en Badajoz. Es algo que tengo que agradecer a la afición y a la directiva, que ha confiado en mí durante tanto tiempo.
¿Qué momento recuerdas con más cariño?
Haber quedado campeones de Europa y ganar una semifinal de la Copa del Rey. Son sensaciones muy bonitas, poder disputar una final de Copa o conseguir un título europeo son recuerdos que siempre tendré. A todos los miembros del Mideba nos gustaría mucho conseguir un campeonato de Liga, sería una retirada perfecta.
¿Qué les dirías a los jóvenes que quieren iniciarse en el deporte adaptado?
Yo ante todo les diría que sean ellos mismos, no deben sobreprotegerse demasiado con la familia porque el día de mañana tienen que ser independientes. El deporte te enseña a conseguir esto, no solo el baloncesto, hay muchos más, natación, pesas, atletismo… cuando practicas estas actividades te dan un plus para crecer en la vida.
Con Salvador Zavala al mando, el club midebista cuajó una magnífica temporada 2012/2013, proclamándose campeón del torneo europeo Challenge Cup, subcampeón de la Copa del Rey y terminando cuarto clasificado en la Liga en División de Honor. Tal fue el éxito obtenido que el Mideba Extremadura recibió el premio Grada al Deporte en la quinta edición de estos galardones.
Al final de la pasada temporada el Chava abandonó su faceta de entrenador para centrarse en la de jugador. Este año el banquillo lo ha ocupado Marco Galego, entrenador con mucha experiencia en el basket ‘convencional’ y amante del balón naranja:
Después de dirigir varios años equipos de baloncesto a pie, ¿qué diferencias existen al ponerse al mando de una plantilla de baloncesto en silla de ruedas?
En el área de la táctica hay muchas. El tipo de entreno, la movilidad de los jugadores, los bloqueos, las defensas… En el baloncesto adaptado es muy difícil defender en zona, en el basket a pie te gana muchos partidos, aquí prácticamente no he visto ninguna defensa zonal. Son diferencias grandes en la táctica pero en el ámbito personal es exactamente igual. Te pones al mando de un grupo de jugadores del que tienes que sacar lo mejor.
¿Y en cuanto al reglamento?
En el reglamento todo es igual excepto algún detalle. Los pasos son distintos obviamente y tienen un sistema de puntuación según el tipo de discapacidad. A grandes rasgos el reglamento no cambia.
Háblanos de las cualidades de tus jugadores tanto a nivel personal como deportivo.
A nivel personal tengo un grupo muy bueno. Jugadores que saben ayudarse, con mucha experiencia y que sirven como ejemplo para muchas personas, esto me ha ayudado a crecer. A nivel deportivo hay jugadores que están entre los mejores del mundo pero lo mejor es que todos juegan para hacer equipo.
¿Tus entrenamientos están abiertos para quien quiera iniciarse en el baloncesto en silla de ruedas?
Por supuesto. Estamos encantados de recibir a nuevos jugadores y chavales que quieran aprender o simplemente practicar deporte. Es uno de los objetivos del Mideba.
Con 33 años de vida, el Mideba Extremadura ha recibido multitud de premios y menciones por su labor social. Ha fomentado la práctica del deporte en un colectivo con dificultad para acceder a él, ha logrado llevar los nombres de Badajoz y Extremadura por todo el territorio nacional y europeo, lleva 20 años en la élite del baloncesto adaptado y, sobre todo, ha trabajado a diario por la integración social de las personas con discapacidad. Esta última labor es de la que más orgulloso se siente su actual presidente, Gerardo Cabanillas:
¿Qué le impulsa a presidir el Mideba?
Principalmente es un compromiso social, no hay otro motivo más que ese. Creo que las personas tenemos que luchar por la igualdad y la integración y el Mideba me facilita hacer esto. Dejé las asociaciones de vecinos y los movimientos vecinales porque creo que tengo que trabajar por esta causa y lo haré hasta que llegue otra persona que pueda seguir haciéndolo. Yo comencé como colaborador y ayudaba en lo que podía, hasta que un día me incluyeron en la directiva y más tarde, cuando la presidenta dimitió, se me nombró presidente.
Háblenos de la labor social que realiza el Mideba.
Aunque los recursos económicos no son muy amplios la única manera que tenemos de integrar a las personas es a través del deporte. Para mí es una satisfacción enorme ver a una persona con una lesión medular, o cualquier otro problema, que nunca ha cogido una silla y, transcurridos tres años, lo ves como un ejemplo de lucha y superación. Al final es una actividad de superación personal y social.
¿Qué planes de futuro y proyectos tiene el Mideba Extremadura?
Ideas hay muchas y proyectos más, pero lamentablemente todo ello depende de la partida económica que podamos recibir cada año. En los últimos tiempos prácticamente solo recibimos apoyo de instituciones, a las empresas privadas les ha afectado mucho la crisis y tenemos que sobrevivir gracias a los organismos públicos. El proyecto fundamental es mantener el equipo donde está y nos gustaría mucho poder crear una escuela de formación para todos los chavales de la provincia, pero es algo muy costoso y que ahora mismo no podemos asumir.
Actualmente el Mideba Extremadura lucha con los mejores equipos de España por conseguir el campeonato de la División de Honor nacional. Su plantilla está formada por José Manuel Conde, Francisco Romero, Laureano Honorato ‘Laury’, Abdi Jama, Pedro Gonçalves, Hugo Lourenço, José Cano, Salvador Zavala ‘Chava’, Luis Blancas y Albert Esteche. Los próximos 11 y 12 de abril se disputará la Final Four que decidirá el campeón de la liga regular 2014/2015, y el Mideba Extremadura luchará por conseguirlo.
Después de 33 años promoviendo la actividad deportiva adaptada, 20 años en la máxima división nacional del baloncesto en silla de ruedas, casi una veintena de títulos nacionales y otros tantos internacionales e innumerables galardones y premios, el Mideba Extremadura quiere continuar su labor formativa y de inclusión. El deporte es igualdad, son metas, son objetivos, el deporte es lucha, trabajo y sacrificio, todas las personas deben tener acceso a él y es labor de todos facilitar su práctica a las personas con otras capacidades… ¡Y qué capacidades!
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