Esther Merino. ‘Mil y una razones’ de una cantaora extremeña. Perfil

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Cantaora extremeña nacida en 1984, Esther Merino comenzó a cantar desde muy corta edad, inquieta siempre por el mundo del arte y rodeada de una familia de buenos aficionados .

Fotos: José Ignacio Rodríguez

Con 17 años esta pacense empezó a subirse a los escenarios y a desarrollar la que hoy en día considera su vocación, el cante flamenco, preocupada siempre por aprender los secretos del arte flamenco y ofrecer su alma en cada espectáculo.
Poseedora de una voz brillante y rica en matices, Esther Merino ofrece en sus actuaciones un extraordinario conocimiento de los cantes que ejecuta, siempre en la línea más ortodoxa y con encomiable honestidad. Ha actuado en numerosos festivales a nivel nacional e internacional, recorriendo también las peñas flamencas de España y compartiendo cartel con los más grandes del género.

¿Cuándo comenzaste a cantar y a interesarte por el mundo flamenco?
En mi familia siempre ha gustado el flamenco, mi padre es un gran aficionado y fue él quien me inculcó su afición al flamenco. Siempre escuchábamos flamenco en casa y en el coche cuando íbamos de viaje. A mí me encantaba cantar desde pequeña, y cualquier cosa que cogía me servía de micrófono para ponerme a cantar en cualquier sitio.
Empezamos a ir a los festivales y a las peñas flamencas hasta que me dieron la oportunidad de cantar en la Asociación de Arte Flamenco de Badajoz, y de ahí surgió la beca que me concedió la Diputación de Badajoz para irme a Sevilla a aprender el flamenco y su historia.
Allí estuve durante dos años estudiando, y fueron los mejores de mi vida; aprendí un montón de mis profesores Esperanza Fernández, José de la Tomasa, Calisto Sánchez y Paco Taranto, y también de mis compañeros, cada uno aportaba un pellizquito al cante y eso se te queda grabado.

¿Cómo te ayudó esa beca de la Diputación de Badajoz y de qué forma ha servido para impulsar tu carrera?
Gracias a la beca que me concedieron amplié los conocimientos que tenía sobre el flamenco. Allí, en la Fundación Cristina Heeren de Arte Flamenco de Sevilla, eran 24 horas de flamenco al día. Teníamos nuestras clases de cante, de logopedia y de compás. Tras el primer año fue la propia Fundación la que me dio otra beca para que cursara otro año más. Gracias a los dos años que pase allí, más miles de horas en casa después estudiando más y más, y gracias también a los premios conseguidos, he podido ganarme un huequecito en el mundo del flamenco y que mi nombre cada día sea más conocido.

¿Se nace con el ‘duende’ flamenco o se puede ir fomentando?
Yo creo que con algo de duende, arte o gracia, como se quiera llamar, tienes que nacer. Después puedes tener más o menos facultades que, a base de trabajo, esfuerzo y dedicación, puedes potenciar. Aunque se nazca con algún don, todos tenemos uno, hay que trabajarlo.

¿Cuáles son tus referencias y tus cantaores preferidos del mundo del flamenco?
Mis referentes al cante son la Paquera de Jerez por su fuerza y compás, Antonio Mairena por su ortodoxia, Chocolate por su libertad en interpretación, y Caracol por su sentimiento y dulzura. Cada uno tiene un pellizquito en la voz que me llena de vida escucharlos; ellos y otros muchos hacen que cada vez esté más enamorada del flamenco.

¿En qué palos te sientes más cómoda?
La siguiriya es uno de los cantes que más me gusta interpretar, al igual que la bulería. Son cantes totalmente diferentes ya que la siguiriya es un cante mucho más serio y difícil de interpretar; en cambio la bulería es un cante más festero, aunque a la vez también es difícil de interpretar por su compás.

¿Qué sentiste cuando en el festival internacional del cante de Las Minas recibiste el primer premio por siguiriya, siendo la única mujer en 49 años de festival que lo ha recibido?
Para mí es uno de los premios más importantes que he recibido, junto con el primer premio por bulerías de Antonio Mairena en Mairena del Alcor, en Sevilla; no por el sitio donde los gané, sino por el reconocimiento a los palos que más me gusta interpretar y a los que les he dedicado muchas horas de estudio. Gracias a esos dos premios mi nombre se dio más a conocer.

Te hemos visto actuaciones puramente ortodoxas del flamenco y otras más actuales y de fusión; ¿qué te gusta ofrecer en tus espectáculos?
He disfrutado siempre de todas y cada una de mis actuaciones, tanto en mis espectáculos de flamenco puro como en las colaboraciones con Alambiqueña del Oeste, y por supuesto en mis actuaciones de fado. Me gusta poder ofrecer una gran variedad para poder llegar a todos los públicos. Los cantaores de ahora tenemos que estar preparados para desenvolvernos en cualquier situación que se nos presente.

¿Que sentiste en el festival de Lisboa de Grandola, cuando actuaste ante 4.000 personas?
Fue una de las actuaciones que recuerdo con más cariño e intensidad; al salir al escenario para actuar y ver el Coliseu de Lisboa lleno hasta la bandera sentí primero una gran responsabilidad, pero tras comenzar la actuación y sentir la respuesta del público me cargué de energía y lo di todo. No hay palabras que puedan describir lo que sentí tras terminar mi actuación y recibir una ovación de más de cinco minutos de 4.000 personas.

¿Es diferente la acogida y la reacción del público de las distintas regiones de España en las que has actuado?
En general es parecida en cualquier parte de España, pero es cierto que en mi tierra es donde más cariño recibo, sin lugar a dudas.

Hace unos meses has sido madre; ¿cómo compaginas tu trabajo con el pequeño?
Al mes de dar a luz estaba otra vez cantando en el festival flamenco de Gévora. Tener un hijo es lo más grande que a una mujer le puede pasar, la vida te da un giro de 360 grados. Viaja conmigo en la mayoría de las ocasiones, se porta muy bien tanto en los viajes como en las actuaciones, ya que es empezar yo a cantar y se para a escuchar hasta terminar la actuación. Parece increíble, con tan pocos meses de edad.

En pocos meses sacas tu segundo disco. Háblanos de él.
Pues ya tocaba, había ‘mil y una razones’ para hacerlo. Tenía la necesidad de hacerlo y a la vez no quería sacar un disco para que a los dos días comenzase a tener dudas. Quería un disco de calidad, tanto en cantes como en producción. A mí me gustan los discos que al cabo de los años los sigues escuchando con la misma ilusión del primer día y aun después de los años sigues pudiendo apreciar de ellos los pequeños detalles que llevan dentro.
En este trabajo he puesto toda mi fuerza, mis ganas y mi corazón. He querido registrar todo lo que siento cuando canto. He querido hacerlo ahora porque sentía la necesidad de darle a los aficionados y seguidores de mi cante un pedacito de mí. Ahora me encontraba con tiempo y ganas de hacerlo.

¿Qué apoyo has tenido para grabar este proyecto?
He tenido un apoyo incondicional de mi familia y de mi marido, tenían muchas ganas de que grabara un nuevo disco ya que han pasado ya varios años desde que grabé el primero. Por supuesto también de todos los que han colaborado en él, le hemos echado muchas horas de estudio para que quedara bien.

De hecho, sabemos que te has arropado muy bien en este disco.
Lo principal era arroparme de mi guitarrista y gran amigo Juan Manuel. Sabe sacar lo mejor de mí y lo que mejor le va a mi voz. Me ha guiado mucho en este disco y me ha dado muchos consejos, y estoy encantada de haberlos puesto en práctica. Además Juan Manuel ha compuesto varios temas para mí, y eso lo hace aun más especial.
Estoy encantada también de contar en este disco con la presencia de Pedro Sierra, el productor del disco y un pedazo de músico. El hecho de ser un gran guitarrista que ha participado con lo más grande del cante y del baile flamenco le ha llevado a ser un experto en la producción musical.
También me he arropado por la gente de Jerez de la Frontera, destacando la presencia de Manuel Parrilla, Niño Jero, Luis de Periquín y Juan Diego Valencia. Mención especial merecen también por la aportación tan grande que hacen en mi disco los maestros del fado Amilcar Vazques y Luis Pacheco.

¿Cuál crees que es el futuro de Esther Merino?
El futuro de Esther Merino espero que sea seguir creciendo como cantaora y que este disco llegue a los corazones y esté siempre presente en el recuerdo de los que lo escuchen. Nos hemos volcado mucho en este proyecto y creo que nos dará muchas satisfacciones.

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