Javier Feijóo
“¡Cuarenta iguales, para hoy!”
gritaban por las aceras,
dando voces en la calle,
con el bastón de maera
agarrao’n una mano
y con la otra apoyá
en el jombro d’argún lázaro.
Era la vos d’otros tiempos,
de cuponeros d’antaño
que lejos de los lujos d’hoy en día,
a pie firme’n las esquinas
con su “para hoy” de siempre
en la solapa y las manos,
nus traían la ilusión
dende junio jasta mayo.
Los pioneros de la ONCE
y de las doce y las trece,
tantas horas en la calle
bajo’l sol y la llovigna,
siempre con la cara alegre,
anegando d’alegría
los bolsillos de la gente.
Y por eso este poema,
éste sí qu’es para hoy,
pa icirles que se merecen
nuestro respeto y cariño
por allaná los caminos
con su esjuerzo y su trebajo,
y esas ganas de viví
acercando la ilusión a los vecinos,
dando premios tantos años
con su “para hoy” de siempre.
Del libro ‘De la corteza de la encina’
“En la década de los años 30 del pasado siglo surgieron distintas asociaciones, pequeños grupos de personas ciegas que pusieron en marcha las primeras rifas como medio de vida en un país, por aquellos años deprimido social y económicamente. Estas modestas rifas son el antecedente del actual Cupón de la ONCE. Así, tras un período de puesta en común y negociación con la Administración de entonces, nacía el 13 de diciembre de 1938 la Organización Nacional de Ciegos Españoles.” Fuente: www.once.es/conocenos/la-historia
¿quieres saber más?
