El pasado sábado 19 de octubre en el salón de actos (abarrotado, por cierto, no cabía un alfiler) de la Casa de la Cultura de Piedras Albas, tuvo lugar un homenaje al poeta Juan Carlos Rodríguez Búrdalo.
Allí, en un acto cargado de ternura y sensibilidad, se dieron cita numerosos amigos y familiares del poeta, llegados de diferentes lugares, como Madrid, Cáceres, Badajoz, Ceclavín… así como autoridades locales, la corporación en pleno de ese pueblo tan querido para el poeta y que significa tanto para él, donde vivió su infancia, su adolescencia y los veranos de su juventud.
Primero intervino el periodista José Julián Barriga Bravo, que dirigió unas breves palabras a los asistentes, y dio la bienvenida a todos; dio paso al catedrático de Literatura Miguel Ángel Lama, que habló con singular emoción de la obra del autor, para hacer luego un resumen de su amplia biografía.
Después se fueron leyendo poemas del autor de sus diferentes libros por este orden: José Luis Bernal, Teófilo González Porras, Cintia Campos (esposa de Manuel Pecellín) José Iglesias Benítez, una niña de 7 años del pueblo, Aurora Cercea, Pilar Pérez Breña, y Plácido Ramírez Carrillo.
El alcalde de la localidad, Alberto Ortega Villarroel, leyó unas palabras muy hermosas sobre el autor, haciendo entrega de varios regalos, a las que el poeta, emocionado, respondió con simpatía y quietud, haciendo entrega de un ejemplar de cada uno de sus libros publicados, para la biblioteca pública.
Al final, por parte de los coordinadores de este homenaje, Manuel Pecellín, Iglesias Benítez y el propio José Julián Barriga Bravo, se le hizo entrega de un obsequio que causó una gran sorpresa entre los asistentes. Una encuadernación de lujo de sus obras completas.
Después se dio paso a una sana, entrañable y divertida convivencia con las autoridades, el homenajeado y los asistentes (entre ellos, amigos de infancia y de juventud, y del mundo de la cultura, como la poeta Antonia Cerrato, que se desplazó desde Badajoz, entre otros) en una fraternal comida en un bar de la localidad, Bar Carreto, donde se vivieron unas horas de verdadera camaradería, con buenas viandas de la tierra, y se brindó por el homenajeado en varias ocasiones, siempre con humor y con muy buen talante.
Estaba prevista una visita guiada a diversos monumentos naturales de Piedras Albas, como peña Buraca, pero hubo de suspenderse por la llegada de la deseada lluvia. Se aplazó para primavera, cuando volveremos a reunirnos en tan encantador lugar.
Plácido Ramírez Carrillo
