Sole Ortega crea un menú por cada obra de teatro del Festival Internacional de Mérida

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La Taberna de Sole apuesta por los sabores intensos en esta nueva propuesta para las noches emeritenses según las pautas de la historiadora italochilena Carolina Seciolla.

Juan Manuel Cañamero

No es la primera vez que Soledad Ortega Corchero rinde homenaje al Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, pero sí la que dedica, desde La Taberna de Sole (calle John Lennon, 27; teléfono de reservas: 666402072. Mérida), un menú especial a cada obra de teatro por solo 35 euros por persona y con un descuento del 5% si se presentan las entradas de la obra teatral. En este arranque del Festival Sole hace una apuesta fuerte por los sabores intensos, que calan hondo en el paladar que se refresca, al mismo tiempo, con las verduras y los frutos rojos que acompañan a cada plato. Según nos cuenta, sus creaciones siguen las pautas de la historiadora italochilena Carolina Seciolla con la que ya ha trabajado en distintas ocasiones. Carolina es historiadora de la Gastronomía y los Alimentos y la responsable de indicar a Sole qué platos llevar hasta los fogones de su cocina durante estos días.

La verdad es que el Menú Medea, que estará disponible hasta el 7 de julio previa reserva, es plenamente una delicia. El comensal se encontrará con un entrante, denominado Argonauta, que se trata de una tosta de berenjena asada sobre humus y bocarte ahumado con aceite de oliva virgen extra. El primer plato, Iolcos, es una mousse de queso de oveja con crujiente de almendras y olivas negras. De segundo plato nos encontraremos Medea y Creonte, una especial creación de cordero confitado con romero y salsa de vino tinto, con pasas de Corinto y vino, acompañado de una guarnición de puré rústico de guisantes tiernos. Y para finalizar, un postre, Eurípides, de los que quita el hipo: crepe de higos y naranja con crema de cuajada de oveja y caramelo de vino tinto dulce y especiado.

Argonauta
Argonauta
Iolcos
Eurípides
Eurípides

Sole está al tanto de todos los detalles. En una de las guarniciones surgió la duda de si colocar cuadraditos de patata o no, cuando ella misma cayó en la cuenta: “En la época de los romanos no había patatas”. Sin embargo, se ofrece en plato aparte al comensal la posibilidad de unas patatas que acompañen al cordero, que es realmente delicioso y con un toque dulzón. Buen inicio pues para el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y, sobre todo, muy sabroso.