Tras leer uno de los escritos del Papa Francisco me llamó la atención esta frase, “una nueva oportunidad para amar”. A veces las trampas de la vida te guían hacia el aislamiento, la soledad, o tal vez hacia la desconfianza en tu corazón, porque tus expectativas no resultaron como querías, o porque personas que están a tu alrededor y que te quieren te han podido decepcionar, envolviéndote en un círculo vicioso del que no es fácil salir. Ante esta situación asoma a tu puerta una nueva oportunidad, la llamada del amor, pero no del amor simplemente romántico, sino de aquel por el que decides apostar, porque al fin al cabo el amor es más que un sentimiento, es una decisión que te lleva a comprometerte con aquello o con aquella persona que amas, independientemente de su comportamiento, de aquellas cosas en las que crees a pesar de que a veces no salgan como tu esperabas.
Gracias a que el amor toca tu puerta puedes tener una nueva oportunidad para amarte y poder amar a los demás, y desde ahí puedes construir una base segura, en vez de buscar la seguridad en el otro.
En el corazón residen emociones, sentimientos y afectos. Hay que saber manejarlos y cuidarlos, porque el amor será esa fuerza transformadora que podrá cambiar el mundo. Como decía el Papa Benedicto XVI en su encíclica Spe Salvi: “Cuando uno experimenta un gran amor en su vida se trata de un momento de ‘redención’ que da un nuevo sentido a su existencia”. ¡Que así sea en esta renacida primavera!
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