Esgrafiados de la casa-fuerte de Los Altamirano (el Alcazarejo). Grada 146. José Antonio Ramos / Óscar de San Macario
Adosadas a la muralla fueron levantadas, tras la reconquista definitiva de Trujillo en 1233, varias residencias fortificadas que pertenecieron a la nobleza que protagonizó aquella