Menos del 1% de las viviendas extremeñas disponen de un buen acceso para personas con movilidad reducida

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Solo un 0,6% de los edificios de viviendas extremeños cumplen los criterios de accesibilidad universal para personas con movilidad reducida o discapacidad, a pesar de que en diciembre del año 2017 finalizó el plazo para que las comunidades de propietarios cumpliesen con los requisitos de accesibilidad universal recogidos en el Real Decreto Ley de 2015, que exige el cumplimiento íntegro de la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y de su inclusión social.

Así lo recoge el estudio ‘La accesibilidad en las viviendas de España’ elaborado por la Fundación Mutua de Propietarios en colaboración con la Cátedra Unesco de vivienda de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, para conocer el estado actual de la accesibilidad en las diferentes zonas del edificio, desde su acceso desde la calle hasta el interior de la vivienda.

En Extremadura existen 424.574 edificios destinados a viviendas, de los que un 84% no son accesibles de la calle al portal porque, para empezar, existen escaleras en este punto. Además, solo el 23% de las fincas tienen rampa, que en algunos casos no es plenamente funcional.

La investigación, realizada entre más de 2.000 viviendas, desvela que el 33% de los edificios no poseen portero automático y, de los que lo tienen, el 73% no es accesible para una persona en silla de ruedas. Asimismo, en las viviendas que tienen telefonillo, únicamente un 24% es videoportero.

“Se han evidenciado importantes carencias que impiden alcanzar una sociedad más igualitaria y justa en cuanto al acceso físico a la vivienda se refiere”, señala el presidente de la Fundación Mutua de Propietarios, Miquel Perdiguer Andrés. Según el informe, el 70% de los encuestados desconocen la norma que permite a los propietarios mayores de 70 años o con discapacidad forzar adaptaciones de accesibilidad universal hasta un determinado importe, sin la necesidad del consentimiento de la comunidad de propietarios.

En este punto, Sergio Nasarre, de la Cátedra Unesco de vivienda de la Universidad Rovira i Virgili , apunta “que la realización de las oportunas reformas es responsabilidad y deben ser asumidas por la comunidad de propietarios si se refieren a elementos comunes del edificio, siempre que lo solicite un propietario en cuya vivienda o local vivan, trabajen o presten servicios voluntarios, personas con discapacidad o mayores de 70 an?os, siempre que sean razonables y que el gasto no supere las 12 mensualidades ordinarias de gastos comunes, dado que hoy por hoy todos los edificios deberían ya cumplir con las condiciones básicas de accesibilidad”. No obstante, Nasarre apunta a que “el problema es un parque de viviendas envejecido y cómo ha afectado la crisis a la solvencia económica de las comunidades de propietarios que en su mayoría arrastran problemas de morosidad”, e incide en que “son necesarias más ayudas públicas para aumentar la accesibilidad de las comunidades”.

Continuando por este recorrido de la vivienda, alrededor del 24% de los encuestados encuentra dificultades en abrir el portal de acceso al edificio debido a su peso o por dificultades en utilizar la cerradura. Asimismo, un 33% ha indicado que la puerta no se sujeta sola o se cierra demasiado rápido. Por este motivo, la accesibilidad de la puerta de entrada al edificio desciende al 49%.

La investigación, que se ha dado a conocer en la presentación de la Fundación Mutua de Propietarios creada para mejorar la accesibilidad a la vivienda y su entorno, señala que un 38% de los edificios extremeños carece de ascensor, importante indicador de falta de accesibilidad universal. Además, en los que sí hay, el anuncio sonoro solo está incorporado en un 11% de los ascensores, mientras que los botones en Braille se encuentran en el 56% de los casos. En definitiva, solo el 6% de los ascensores de Extremadura son universalmente accesibles. En cuanto a los buzones, en un 80% de los casos no puede accederse a ellos desde una silla de ruedas.

El estudio de la Fundación Mutua de Propietarios analiza también el grado de accesibilidad de las zonas comunes, desvelando que únicamente el 3% de los garajes extremeños son plenamente accesibles y que un 52% de los entrevistados considera que las plazas de aparcamiento no son adecuadas para una persona con movilidad reducida.

Además, las personas con necesidades especiales de accesibilidad no pueden tampoco disfrutar plenamente de áreas como la piscina o los jardines, dado que solo se consideran accesibles el 44% de las zonas comunes de los edificios de Extremadura.