Antonio Ventura Díaz. El don de la conciliación. Grada 131. Perfil

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Antonio Ventura Díaz. El don de la conciliación. Grada 131. Perfil
El don de la conciliación.

José Julián Barriga

El 4 de octubre de 2013 se produjo en Jarandilla de la Vera un acontecimiento excepcional, y probablemente único, en la reciente historia social de Extremadura. Imaginen la escena: representantes de la derecha y de la izquierda, de los sindicatos y de las organizaciones de la sociedad civil, del sector confesional y de los cuadros radicalmente agnósticos, unidos por la amistad y la admiración hacia una persona. Autoridades nacionales y regionales, al máximo nivel, congregadas para homenajear a un extremeño de dilatada vida pública, expuesto como pocos al vendaval de la confrontación y de las enemistades políticas. Allí estuvimos todos y de todos los colores y de todas las sensibilidades, homenajeando a Antonio Ventura Díaz, con motivo de su jubilación al frente de la Fundación Academia Europea de Yuste y de su retiro de la vida administrativa. Y todos comentábamos lo mismo: la coincidencia sincera en los aprecios a su persona y a su trayectoria por parte de todos, sin distinción de credos políticos, ideológicos o sociales. Efectivamente, un caso raro, excepcional, en la vida pública extremeña.

Hay hombres que unen y otros que siembran disidencias. Antonio Ventura Díaz tiene el don de la conciliación, un excelente propagador del vivir en paz y amigablemente. Un hombre sobrio y sencillo. Es también un hombre de acción y de trabajo en equipo. Hoy hace recuento de su vida pública. Con modestia, tratando de referenciar siempre en los otros lo que él hizo con inteligencia y perseverancia.

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Antonio Ventura Díaz con Javier Solana, Premio Europeo Carlos V en 2011. CEDIDA

Para una persona que ha dedicado prácticamente toda su vida a tareas públicas, o al menos de gestión de los asuntos públicos, como ha sido su caso, ¿cabe pensar en la jubilación? ¿Se puede uno jubilar de hacer cosas pensando en el interés general?
Creo que cuando una persona se jubila tiene que cambiar sus prioridades. Lo que no debe hacer es anular sus propias expectativas, que son las que van a dar sentido a su vida y además nos van a ayudar a seguir aprendiendo y aumentando los conocimientos. Disfrutaremos más de la vida y nuestro cerebro nos lo agradecerá. La actividad intelectual es el complemento idóneo para la actividad física, pero todo ello se queda pequeño para seguir completando nuestra plena realización, porque en ello no solo nos va la salud y la felicidad, sino que además necesitamos comprometernos con los proyectos solidarios, que posiblemente será lo que más nos enriquezca como personas, siendo la mejor forma de añadir vida a los años.

Pero, al menos, en la etapa en que usted se encuentra se puede ya hacer una recapitulación, un balance de lo actuado y de los cosechado. ¿Se siente satisfecho? ¿Mucho, poco?
Tranquilo con mi conciencia, pero con un sentimiento íntimo de haber tenido que gestionar con muchos condicionamientos, pues la burocracia logra matar muchas veces los mejores proyectos. Deberíamos contar con un tratado de buenas prácticas y con un libro de estilo para poder optimizar mejor los recursos humanos y también los económicos. En el fondo estoy satisfecho por la oportunidad que se me ha dado para participar en un momento único de la historia de Extremadura.

Si mal no estoy informado, en su vida profesional han existido dos etapas principales y diferenciadas: la de la Administración, con responsabilidades tan relevantes como las de vicepresidente de la Junta de Extremadura y la de consejero de Cultura; y otro periodo prolongado, de cerca de 20 años, al frente de la gestión de la Fundación Academia Europea de Yuste. ¿Qué destacaría de una y otra faceta?
En un primer momento, gracias a la confianza depositada en mí por el presidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra, una de mis responsabilidades fue la de ayudar al asentamiento físico de la Junta de Extremadura, en Mérida, formando equipo con Román Bolaños, Juan Antonio Muñoz y otros compañeros. Después vino el Día de Extremadura: era vital en esos momentos la proyección en Guadalupe de una imagen de Extremadura solidaria para que los ciudadanos de nuestra región pudiéramos sentirnos incardinados en una comunidad con un patrimonio histórico de primer orden en el conjunto de España. Era necesario elevar la autoestima de los extremeños, por eso debemos referirnos también a la declaración de Patrimonio de la Humanidad de Mérida y de Guadalupe. Desde la Fundación Academia Europea de Yuste, Extremadura se abrió con la mayor entidad y proyección a Europa. A través de ella, los máximos líderes europeos han participado en sus actividades.

Del mismo modo, una nómina de los mejores escritores y premios nobeles han marcado su impronta, en Extremadura, a través de la Academia Europea de Yuste.

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IV Congreso iberoamericano sobre cooperación, investigación y discapacidad. CEDIDA

Usted estuvo al frente de Enclave 92, la estructura que sirvió para conmemorar el V Centenario del descubrimiento de América. ¿Hizo Extremadura todo lo que debía para poner de relieve su contribución al descubrimiento?
Se pudo hacer más. En la gestión de los programas extraordinarios, como fue la conmemoración de 1992, una de las dificultades más importantes que aparece es poder concitar la colaboración de todas las instancias públicas de Extremadura, pues siempre existe el peligro de los compartimentos estancos. Gracias al compromiso del presidente de la Junta de Extremadura se logró establecer una relación intensa con los países iberoamericanos, pudiendo aludir, entre otras muchas iniciativas, a las visitas a Extremadura del presidente de Cuba, Chile, Ecuador…; asimismo, la impronta que marcó Extremadura con el pabellón en la Expo’92, teniendo la oportunidad de sorprender ante el derroche de imaginación desplegado para dar soluciones arquitectónicas al edificio que nos debía representar.

¿Pero no cree que Extremadura no acaba de reivindicar y de dar valor a su extraordinaria contribución a su legado hispanoamericano, como si padeciera un oscuro complejo para aflorar ese patrimonio histórico y cultural?
Estoy convencido de que no hemos sabido aprovechar el enorme caudal histórico que posee Extremadura y que ya quisieran tener otras regiones de España. En el tema iberoamericano, en algunas ocasiones, han podido más los prejuicios sin fundamentos que las iniciativas positivas: un ejemplo de ello podría ser la gran exposición sobre Hernán Cortes, organizada en Madrid por el Canal de Isabel II, sin ninguna proyección para Extremadura, de lo que se lamentaba el propio comisario de la exposición, el profesor Almagro.

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Foto: Cedida

Por ejemplo, usted participó hace algunos años en la erección de un monumento a los franciscanos que evangelizaron en México y que salieron del convento de Belvís de Monroy.
Es necesario resaltar la enorme labor llevada a cabo por los ‘12 Apóstoles de México’. Su labor aportó la frescura y riqueza de un programa con fundamentos utópicos, donde se defendía la igualdad, la justicia y los derechos humanos por igual de indios y españoles. Extremadura no solo aportó conquistadores, también misioneros, cronistas o arquitectos; y mujeres, entre las que destaca Inés de Suárez, compañera inseparable de Pedro de Valdivia y que ha quedado inmortalizada en el ‘best seller’ de Isabel Allende ‘Inés del alma mía’.

Al fin y al cabo, este tema, el de la contribución de Extremadura al descubrimiento y la colonización de América, está muy unido a la imagen que proyecta Extremadura en el exterior y que, nos consta, ha sido una de las batallas que con más perseverancia usted ha mantenido. ¿La preocupa la imagen que de Extremadura se tiene en otras comunidades autónomas e incluso en el extranjero?
Me ha preocupado desde que empecé a estudiar y a investigar todo lo que tiene que ver con los tópicos, estereotipos y prejuicios. En mi etapa de Madrid también sentí y percibí un concepto erróneo y negativo que se tenía casi siempre sobre Extremadura. Y aunque se ha ganado terreno en positivo, para mí todavía no es exagerado hablar de ‘Extremadura, la imagen como problema’. Todo lo que sigamos haciendo es poco para establecer los caminos de salida de ese ‘status’.

Independientemente de su labor en la Administración y en la Fundación Academia Europea de Yuste, usted nunca ha renunciado a asumir responsabilidades en la defensa de los derechos de las personas con discapacidad. ¿La defensa y protección de estos colectivos están garantizados?
Creo que en estos últimos 20 años se ha trabajado con rigor y bastante eficacia. El movimiento asociativo, la Administración, la ONCE han propiciado mejoras significativas en la intervención integral con personas con discapacidad. La tradicional defensa de los derechos que corresponden a las personas con discapacidad, en el ámbito de los derechos sociales, económicos y culturales, alumbra una serie de cuestiones de gran relevancia, que oscilan entre el modo como han sido recibido estos derechos en el ordenamiento jurídico y la dificultad de sus miembros para acceder al pleno disfrute de sus derechos. Hoy por hoy sobrevuela la Convección de los derechos de las personas con discapacidad, aprobada por la ONU para requerir a los Estados el pleno compromiso de hacer efectivos sus postulados. Podemos hablar de un antes y un después.

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Foto: Eduardo Sierra

¿Qué importancia tiene ese último proyecto en el que está embarcado, de poner en marcha un Instituto iberoamericano de investigación y apoyo a la discapacidad intelectual?
Este proyecto nace de la necesidad de aprovechar la experiencia de más de 20 años habida en España, y también en México, para que pueda servir a la hora de colaborar o transferir conocimientos de ida y de vuelta a los países que lo demanden en el ámbito iberoamericano. A título meramente de ejemplo, así ha ocurrido con un programa de salud divulgado por toda Iberoamérica; es un proyecto avalado por las universidades mexicanas del Estado de Nuevo León y de Monterrey y también por la Universidad de Extremadura. Su devenir le ha permitido participar en las últimas Cumbres Iberoamericanas, que dimana del apoyo expreso de la Secretaría General Iberoamericana.

¿Conoceremos algún día la pertenencia de Guadalupe a alguna circunscripción eclesiástica extremeña?
El día que todos los extremeños, o al menos una mayoría, nos comprometamos con ello se conseguirá. Por supuesto, con la gestión inexcusable y a favor de los tres obispos extremeños, del prior del Monasterio y del presidente de la Junta de Extremadura.

Pero, al fin y al cabo, el hecho de que Guadalupe no pertenezca desde el punto de vista eclesiástico a Extremadura se debe también a la apatía de los extremeños, por no haber defendido suficientemente su patrimonio.
Es una de nuestras características más acendradas. Tengamos esperanza. Debemos aprender de las lecciones de la Historia y de la valoración y análisis de nuestra propia situación, en el marco de España y también de Europa. No tenemos excusa. Para los extremeños, la palabra apatía es una palabra que debe desaparecer del diccionario.

Su permanente dedicación al interés general de Extremadura le ha llevado a defender con frecuencia el fortalecimiento de su sociedad civil. ¿Acaso es esta una de las razones de la situación por la que atraviesa Extremadura?
Siempre he apostado por ayudar al fortalecimiento de la sociedad civil extremeña. Un claro ejemplo fue el protagonismo que tuvo en el desarrollo de las actividades del pabellón de Extremadura en la Expo’92. Así fue siempre en mi etapa de vicepresidente de la Junta de Extremadura y siguió siendo en mi etapa de consejero y de director de la Fundación Academia Europea de Yuste. Es el mayor y mejor resorte, diría indispensable, que tiene Extremadura para poder superar todos sus problemas.

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Foto: Cedida

Hace poco hemos estado celebrando el cuadragésimo aniversario de la Constitución del 78, y usted se refiere con frecuencia con elogio a la Transición Española. ¿Tanto le preocupa el futuro constitucional de España?
No solo con elogio, también con compromiso, en el pasado y en el presente, y me atrevería a decir que en el futuro, pues debemos volver cuanto antes al espíritu de consenso que facilitó la Transición. De lo contrario, malos tiempos nos esperan. Cuando pienso en el futuro de mis hijos y de mis nietos me entran escalofríos. Espero que los españoles entraremos en razón y nos daremos cuenta del bien preciado que es nuestra Constitución, nuestra Jefatura del Estado y en definitiva el sistema democrático que tanto nos costó conseguir. “Alea jacta est”.

Quienes le conocen siempre ponen de manifiesto que usted es un hombre de equipo y de consensos. ¿Es una buena herramienta para gestionar asuntos tan variados e importantes como los que ha llevado a cabo?
Todo lo que he hecho en mi devenir profesional y asociativo ha sido gracias a la suerte de contar con un buen equipo, comprometido hasta la médula con los objetivos propuestos de servir siempre de la mejor manera, en el fondo y en la forma, a la sociedad a la que te debes. Sería interminable la relación de personas que han hecho mella en mi memoria y a las que debo eterno reconocimiento y respeto. En este campo he sido afortunado.

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Antonio Ventura Díaz, con su hija Elvira. CEDIDA

Y aparte de todo, se sigue considerando un hijo de su pueblo, un campanariense más, y orgulloso de ello.
Para mí no olvidar mi urdimbre es fundamental; o, dicho de otra forma, es el fundamento de mi vida. Una de mis premisas es no olvidar nunca a los tuyos, familia y amigos, compartiendo afectos y solidaridad en las alegrías y en las penas. Es la lealtad mínima que se exige a cualquier ser humano bien nacido. Si llegamos a perder los puntos de referencia establecemos una deriva que nos conduce al abismo. Por eso, es necesario sentirte parte de la comunidad que te vio nacer y en la que encontrarás siempre los elementos necesarios no solo para conocer tu pasado sino para afrontar el presente y el futuro.

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