La entidad concesionaria del servicio municipal de agua de Badajoz ha trasladado recientemente sus oficinas a la plaza de España, que han recibido la visita del director general de la compañía, Félix Parra, y el alcalde de la ciudad, Francisco Javier Fragoso.
Ambos han estado acompañados por el concejal de Aguas, Francisco Javier Gutiérrez; el jefe de servicio de Inspección de Aguas, Miguel Ángel Bonilla; el concejal de Vías y Obras, Jesús Coslado; y, por parte de Aqualia, el director de España, Santiago Lafuente; el director de Extremadura, Andalucía y Canarias, Lucas Díaz; el gerente de Badajoz, Francisco Blanco; y el director del Servicio, Felipe Becerra.
“El signo más visible de una filosofía completa de evolución y mejora en la atención al cliente”, así ha definido Félix Parra la reforma integral de la oficina de atención al cliente de la empresa en la ciudad. Por su parte, Francisco Javier Fragoso ha señalado la importancia de que la empresa concesionaria haya invertido más de 500.000 euros en mejorar unas instalaciones por las que anualmente pasan alrededor de 20.000 pacenses, para realizar sus gestiones relacionadas con el contrato del agua, ofreciéndoles un espacio más cómodo y agradable.
La nueva oficina dispone ahora de más metros cuadrados para la atención al cliente, se ha apostado por ganar luz natural, se ha instalado una gran pantalla para que los clientes visualicen fácilmente su turno, y se ha trabajado en mejorar los flujos de personas y hacerla más funcional.
Con esta nueva oficina más céntrica y moderna, de 650 metros cuadrados, Aqualia refuerza su compromiso de mejorar la prestación a sus clientes, de forma personalizada, disponiendo de una instalación que cuenta con todos los medios tanto tecnológicos como humanos para atender las necesidades de sus clientes, de una manera transparente y profesional.
Por otro lado, Félix Parra ha anunciado que se instalará en Badajoz uno de los cinco laboratorios proyectados por Aqualia para el control de aguas en la Península Ibérica, que tendrá el cometido de tratar los análisis de agua de casi un millón y medio de habitantes, especialmente de Extremadura y Castilla La Mancha, con unas 3.000 muestras al año.
