Eugenio Gijón y Carmen Meléndez llevan 30 años regentando el ‘Bar 2002’ de Mérida

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Se cumplen 30 años desde que Eugenio Gijón decidiese ser trabajador autónomo y se quedara con el ‘Bar 2002’ de la calle San Francisco, y su mujer, Carmen, es la cocinera.

Juan Manuel Cañamero

Mucho ha pasado este matrimonio pero con una clientela leal, a la que dan las gracias. Los desayunos y la hora de las cañas son los momentos fuertes del negocio. Los clientes agradecen las tapas que salen de los fogones de Carmen y la soltura con la que se desenvuelve Eugenio. El bar es, además, la sede de la peña madridista ‘Mártir Santa Eulalia’, que cuenta con unos 200 socios.

Eugenio llevaba trabajando un año en El Mirador y tres en el Bar España cuando, con 22 años, decidió independizarse laboralmente e iniciar su propia aventura, que se convertiría en la de su propia vida, cogiendo el traspaso del Bar 2002 en la calle San Francisco. Contrató a Carmen de cocinera y el tiempo les deparó que acabarían casándose y teniendo dos hijos, un varón, que ahora cuenta con 23 años, y una chica, de 18 años.

El 1 de abril de 1985 comenzaba a rodar el nuevo 2002, “siempre con el afán de llegar a ese año porque, en realidad, no sabíamos cómo nos iba a ir”, comenta Eugenio. La clientela comenzó a llegar, de todas las clases sociales y condición. Un buen número de funcionarios de la Junta de Extremadura han degustado los desayunos del 2002 “pero ahora que se han llevado todas las Consejerías al III Milenio se nota”. Sin embargo, la pareja no se achanta y sigue con su día a día sirviendo numerosos desayunos, especialmente catalanas y parisinas. La hora fuerte es la de las cañas. Carmen tiene unas manos especiales para la cocina y hace unos aperitivos muy ricos, sobre todo la lengua, los rabos, las criadillas de cerdo… y unas tortillas que son la delicia de la clientela. Tanto es así que muchos clientes se las llevan por encargo.

Eugenio tiene un don especial de gentes. Por esta razón, entabla conversación con cualquiera que pise su bar y así va pasando el tiempo y una ronda sucede a la siguiente. Echa de menos a muchos clientes que “ya no están con nosotros, porque es ley de vida” y a otros que se han tenido que marchar por cuestiones de traslado o por trabajo. Explica que un factor fundamental para el negocio ha sido que la calle se haya hecho peatonal “lo que me permite tener una terraza” y las últimas obras de ensanche de la calle Félix Valverde Lillo “porque han permitido que mi negocio se vea desde la calle Santa Eulalia”.

Es un enamorado de Mérida. Por este motivo cree que “todo lo que se haga mirando al turismo es positivo. Emérita Lúdica, el Festival Grecolatino, el Festival Internacional de Teatro Clásico, la Capital Gastronómica, todo es bueno, aunque yo viva más bien de una clientela fija”.

Peña Mártir Santa Eulalia
El Bar 2002 es, además, la sede de la peña madridista ‘Mártir Santa Eulalia’, de la que Eugenio es presidente. Se trata de una escisión de la ‘Augusta Emérita’. En 1993, el socio Celestino Álvarez Hernández le comentó a Eugenio los problemas que existían y decidieron crear la peña. Celestino fue su primer presidente. La peña ‘Mártir Santa Eulalia’ es de las más activas de la ciudad. A los viajes a Madrid, a ver al primer equipo en el Santiago Bernabéu, se suman otros viajes culturales, a la playa, y la cena de fin de año. En estos momentos tiene alrededor de 200 socios.

“Tenemos 22 años de existencia y muchas ganas de cumplir el XXV aniversario que ya veremos qué hacemos para entonces”, dice Eugenio Gijón, mientras al fondo se escucha a su esposa Carmen con el trajín de la cocina. Una pareja que ha logrado su sueño de vivir de su trabajo, “que es un trabajo que nos gusta” y de formar una familia. ¡Enhorabuena!