Caja Badajoz.125 años trabajando por Extremadura. Perfil

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Caja Badajoz cumple 125 años. Una caja de ahorros que fue creada para administrar de forma óptima los recursos que la sociedad le confía y reinvertir en la sociedad los frutos de esa administración óptima .

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Imágenes: Isma Alegría

Responder a la pregunta de cuál ha sido la filosofía de Caja Badajoz es poner de manifiesto la génesis de la misma. Las cajas de ahorros son entidades financieras de carácter social, naturaleza fundacional y sin ánimo de lucro. Son instituciones que no cuentan con accionistas, a diferencia de los bancos, lo que les ofrece su principal rasgo distintivo: la firme vocación social.

Si acudimos al ideario de Caja Badajoz podemos extraer la filosofía que impulsó el nacimiento de la misma; en primer lugar, administrar de forma óptima los recursos que la sociedad le confía y, en segundo, reinvertir en la sociedad los frutos de esa administración óptima.

De manera muy resumida la historia de Caja Badajoz tiene cuatro etapas. En la primera, de tipo tradicional, prima el ahorro sobre la inversión (1889-1970); a partir de esta fecha se inicia una etapa expansiva en la que se impulsa el crecimiento, intensificando la apertura de nuevas oficinas dentro de la provincia (1971-1985); el año 1986 marca el inicio de una nueva etapa de gestión, con unas líneas estratégicas en las que se concede prioridad a la rentabilidad y a la solvencia sobre el crecimiento (1986-2011); y finalmente la etapa actual, en la que la Caja ha cedido o ha segregado su actividad financiera a un banco y centra su actividad en la obra social mediante la transformación en fundación a partir de 2012.

Si uno acude a los libros contables de la época o al propio libro de actas de la Caja encontraremos que la entidad se fundó con una aportación de 14.887,50 pesetas, poco más de 89 euros; cantidad que contrasta con los más de 470 millones de euros de recursos propios que tenía la Caja en el momento de segregar su negocio financiero al banco.

 

Caja de Ahorros de Badajoz abre sus puertas

El 1 de enero de 1902 la Caja de Ahorros de Badajoz abre sus puertas. Ese mismo día se realizan las primeras imposiciones. La primera libreta abierta reflejará la cantidad de 150 pesetas. Después vendrá una etapa expansiva en la provincia y, finalmente, la búsqueda de una entidad que persigue la rentabilidad y la solvencia como forma de mantener su seña de identidad, la obra social. En la cuarta etapa, la que comienza en 2012, se reivindican las muchas cosas buenas que han venido haciendo las cajas de ahorros, dedicar una parte significativa de sus ingresos a la Obra Social, sin la cual se encontraría carente de una dimensión absolutamente esencial en estas entidades.

En estos momentos, en los que se encuentra inmersa en el proceso de transformación, sería bueno empezar a plantearse una revisión de textos, escritos y otras fuentes documentales, que permitan escribir la historia, larga y fructífera historia, de la Caja de Badajoz. ¡Tiempo habrá de hacerlo! Es una tarea que se podría entender como una deuda a los miles de clientes y cientos de empleados que confiaron y trabajaron por ella.

El primer Monte Pío existió ya en Badajoz en 1806. En la ‘Historia de la Caja de Ahorros de Badajoz. 1889-1992’, de José López Yepes y Manuel Titos Martínez, se recogen los precedentes que motivaron aquella fundación. En el informe emitido en junio de 1839 por una comisión de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Badajoz, sobre la conveniencia de crear un Monte de Piedad y una Caja de Ahorros en Badajoz, se recuerda aquella existencia de un Monte Pío en Badajoz en época anterior a la Guerra de la Independencia, a cuyos sucesos achacan su desaparición. En el mes de julio de 1840 se fundan el Monte de Piedad y Caja de Ahorros. El gobernador político se refiere a ello manifestando: “el Monte Pío y Caja de Ahorros que en cumplimiento de varias disposiciones del gobierno han sido al fin restablecidos”, restablecimiento que alude, sin duda, al Monte Pío existente antes de la citada contienda.

Hay que esperar a la década de los 80 del siglo XIX para que se retome con interés la fundación del Monte de Piedad y la Caja de Ahorros a impulsos de la Sociedad Económica de Amigos del País de Badajoz. Ese interés lleva a la aprobación de los estatutos por real orden de 12 de marzo de 1889, fecha en que se data el origen de la institución, si bien las operaciones del Monte de Piedad se pospusieron para un momento posterior a las de la Caja de Ahorros, por entenderse que debía contarse con un capital mayor para el funcionamiento de aquel, así como con unos locales adecuados (las operaciones de Caja de Ahorros se realizaban en las mañanas de los domingos y en los locales propios de ‘La Económica’).

Sin embargo la puesta en funcionamiento no fue fácil. Se sucedieron distintos borradores de estatutos que eran devueltos por la autoridad gubernativa para hacer correcciones o modificaciones. Por otro lado no se conseguía el capital social necesario para iniciar la actividad, que tenía que provenir de aportaciones voluntarias de ciudadanos y entidades.

La insistencia de los responsables de la entidad fundadora a las autoridades civiles de la provincia da finalmente como resultado la propuesta para la constitución del primer Consejo de Administración, cuya composición fue aprobada mediante real orden de 10 de enero de 1896. Pese a estar ya constituido el Consejo, la apertura operativa de la Caja sufrirá nuevos retrasos.

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Constitución de la Caja

Hay que esperar unos años más para que, superada aquella situación, el Consejo reanude su actividad, aprobando el reglamento para sus operaciones, y dirigiéndose a la Diputación Provincial y al Ayuntamiento de la ciudad para que donen alguna cantidad económica a la nueva entidad. Con ello se inicia la búsqueda de fondos para hacer frente a la constitución de la Caja, concretándose las gestiones en el envío de una circular en abril de 1901 firmada por el presidente y varios miembros del Consejo de Administración.

La colecta se dirige a la Cámara de Comercio y socios del Casino, corporaciones y particulares, abriendo igualmente suscripciones populares en periódicos locales. Con la aportación inicial de todos los miembros del Consejo, la colecta terminó con una recaudación de 14.887,50 pesetas, acordándose el comienzo de las operaciones el 7 de diciembre de 1901 en una única oficina, que tendría su primitiva sede provisional en el domicilio de la Sociedad Económica de Amigos del País, en la calle Hernán Cortés, número 3, de Badajoz.

En 1910 por fin puede darse comienzo a las operaciones de Monte de Piedad, tras cederse por el obispo de Badajoz unos locales acondicionados a su costa en la llamada ‘Cochera del obispo’. Se inician las operaciones en esos locales el 7 de marzo de 1910. En los años siguientes aumentaron las operaciones, mejoraron los resultados y llegó a consolidarse el Monte de Piedad. Tanto fue así que en 1920, ante el aumento del número de operaciones y siendo ya insuficiente el local cedido, el Consejo, teniendo en cuenta la cuantía de las disponibilidades, acordó adquirir un local propio en el número 8 de la calle Menacho al que, una vez realizadas las obras de adaptación, se traslada la institución en el mes de octubre.

 

Apertura de oficinas y expansión

Tras varias décadas con una única sucursal, la Caja inició la apertura de más oficinas en otras localidades de la provincia. La primera fue la sucursal de Mérida en 1939, que supuso el inicio de la expansión que extendió posteriormente hasta más de 140 oficinas por la provincia de Badajoz.

En los años 60, cuando la Caja había pasado ya de 80 oficinas en la provincia, los problemas de espacio se hicieron cada vez más patentes, y en 1967 adquirió en subasta los terrenos del antiguo Cuartel de San Francisco de Badajoz, situados en la plaza de San Francisco.

Desde entonces pasaron años de crecimiento, tanto en volumen de negocio como en el número de oficinas, hasta las cerca de 220.

La expansión fuera del territorio de origen comenzó en 1989 con la apertura de las oficinas de Madrid y Barcelona. Desde entonces, la red creció por toda España y Portugal.

La positiva evolución del negocio, así como la necesidad de asumir los desafíos técnicos y tecnológicos de los nuevos tiempos, obligaron a plantearse la necesidad de levantar una nueva sede, adecuada a la creciente dimensión de la entidad y a los retos del siglo XXI, el Edificio Badajoz Siglo XXI, situado en la margen izquierda del Guadiana en la capital pacense.

 

Fundación Caja de Badajoz

Los pasos siguientes, hasta la situación actual, se resumen de manera muy breve. En octubre de 2010 se crea un Sistema Institucional de Protección (SIP) junto a las Cajas de Inmaculada de Aragón y Círculo de Burgos; en diciembre de 2010 llega la constitución del Banco Grupo Cajatres como sociedad central de dicho SIP; en noviembre de 2011 se produce la segregación del negocio financiero de las cajas, de modo que estas pasaban a ejercer su actividad de manera indirecta; en julio de 2013 se procede a la entrada en Ibercaja Banco por canje de la participación en el Banco Grupo Cajatres; y en diciembre de 2013 Caja Badajoz se transforma en fundación.

Aquí la encontramos 125 años después, transformada en una fundación y caminando en la dirección que la nueva regulación normativa del sector financiero ha establecido, que no es otra que eliminar las incertidumbres sobre la estabilidad financiera de la entidad y contribuir a reforzar la confianza en el nuevo sistema financiero. Las ‘nuevas cajas’ y sus beneficiarios lo agradecerán.

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