Caja Rural de Extremadura entrega la duodécima edición de los diversos premios ‘Espiga’ del deporte

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La finca ‘El Toril’, en las inmediaciones de Mérida, ha acogido la entrega de los premios ‘Espiga al impulso de la actividad física y el deporte’ de Caja Rural de Extremadura.

El acto de entrega de los galardones estuvo presidido por el presidente de Caja Rural de Extremadura y la consejera de Educación y Empleo de la Junta de Extremadura, a quienes acompañaron personalidades del mundo deportivo extremeño.

En esta edición se han registrado 52 propuestas o candidaturas, y se convocó en la finca ‘El Toril’ a los 25 finalistas: Asociación cultural parreña ‘Los mendigos’, Asociación Doble cristal, Club polideportivo de deporte especial Aspainca, Asociación de deportistas contra la droga, Ayuntamiento de Puebla de la Calzada, Club deportivo Ciconia negra, Club deportivo Siberia Extrem, Club de gimnasia rítmica Hadar, Elena Ayuso Ledesma, Asociación deportiva OKAY, Comisión organizadora Doma Vaquera Portaje, Judo Club Stabia, José Manuel Vicente Esquinas, Fundación deportiva baloncesto Plasencia-Ambroz, Asociación cultural padres de alumnos Josefinas, Club maratón Badajoz, Club gimnástico Almendralejo, Asdefusa, Amigos de la gimnasia de Extremadura (Amigex), Escuela deportiva Guadalupe, Instituto de Educación Secundaria ‘Gregorio Marañón’ de Caminomorisco, Club deportivo Santa Teresa, Nuria Cabanillas Club Gimnasia Badajoz, e Instituto de Educación Secundaria ‘Las Villuercas’ de Guadalupe.

Se han entregado cuatro premios. Dos accésit, de 1.500 euros cada uno, al Club de judo Stabia y a la Fundación deportiva Baloncesto Ambroz de Plasencia; el premio ‘Gracias’, a la familia de la paracanoe Elena Ayuso, por contribuir a su desarrollo profesional de la deportista; y el premio ‘Espiga del deporte’, dotado con 4.000 euros, al Instituto de Educación Secundaria ‘Gregorio Marañón’ de Caminomorisco.

En palabras del presentador de la gala, Martín Fariñas, se ha premiado a este instituto por la capacidad de integrar la escuela en la sociedad de la que procede, la vocación de servicio, el emprendimiento, la dimensión social y la capacidad para integrar. La imaginación para superar las dificultades, para proponer, para dinamizar, lo que antiguamente se llamaba la ‘educación integral’. La comunidad educativa del instituto Gregorio Marañón es un claro ejemplo de impulso de la actividad física y del deporte.

El premio fue recogido por un profesor del instituto, quien reconoció el valor de todas las candidaturas finalistas y agradeció la sensibilidad que Caja Rural de Extremadura había tenido a la hora de reconocer el proyecto deportivo y educativo del instituto.