A diferencia de las aulas habituales para niños con TEA, esta contará con un terapeuta ocupacional especialista en integración sensorial, algo que valora muy positivamente el colectivo de terapeutas ocupacionales extremeños.
Tras su inauguración oficial, el presidente del Colegio de Terapeutas ocupacionales de Extremadura, Pablo A. Cantero, ha tenido la oportunidad de conocer de manos de Jorge García Caballero, terapeuta ocupacional impulsor del proyecto, la puesta en marcha de esta aula pionera en toda España.
El aula se configura como un proyecto de investigación y cuenta con la colaboración de la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura y de FundeSalud. Con 60 metros cuadrados, y más de tres metros de altura, dispone de mobiliario adaptado a las necesidades de los chicos para poder trabajar tanto en mesa como de pie o en el suelo, conformando un sistema funcional organizado para que los niños puedan adquirir las competencias educativas adecuadas. Así mismo, al personal habitual de las aulas para niños con TEA, que está formado por una maestra de audición y lenguaje, otra de pedagogía terapéutica, y un auxiliar técnico, se une en este proyecto experimental una terapeuta ocupacional especializada en integración sensorial.
El planteamiento de trabajo del aula se sostiene sobre cinco pilares: la ocupación, la tecnología, la familia, la intervención sensorial y la comunicación aumentativa. El funcionamiento del aula y el contenido curricular se estructura en torno a ocupaciones, utilizando de manera habitual dispositivos tecnológicos que facilitan la realización de las mismas, así como la comunicación de los niños. En este proyecto la participación de las familias va a resultar fundamental, puesto que se involucran tanto en la elaboración de los objetivos prioritarios de los niños como en la propia intervención educativo-sanitaria.
En opinión de Jorge García, «los padres y las madres vendrán una vez por semana durante dos horas para poder consolidar los ejercicios que se hacen con sus hijos dentro del aula; es decir, practicaran dentro del aula y se les pedirán una serie de deberes que tendrán que consolidar por las tardes en casa, realizando así un seguimiento permanente de los avances y logros que vayan alcanzando tanto los niños y niñas como las familias».
Finalmente, la intervención se sostiene sobre la integración sensorial, un enfoque propio desarrollado por los terapeutas ocupacionales, a través de la cual es posible crear sistemas de una hora de trabajo en los que los niños pueden estar lo más regulados posible, con un nivel de alerta adecuado para desarrollar esas actividades ocupacionales, que muchas veces tendrán contenido curricular, ya que el objetivo es que esta aula funcione como una especie de aula de alto rendimiento para poder hacer una transferencia, en algún momento, a la escuela ordinaria.
En palabras de Pablo A. Cantero, «la incorporación de terapeutas ocupacionales a las aulas TEA en Extremadura supone un significativo avance en la atención que se presta en Extremadura a los niños y niñas con TEA; esperamos que recursos similares puedan implantarse a partir del próximo curso en más colegios públicos de la región».
