Patty Gruart
Desde hace mucho tiempo el negro, malva o blanco siguen siendo los colores del luto, las novias añaden detalles azules a sus estilismos (aunque ya no siempre sean blancos) y el morado permanece como el color relacionado con las promesas y la religión católica. Eso sí, cada temporada la institución del color ‘Pantone’ destaca de entre todos ellos una paleta cromática que, tarde o temprano y año tras año, acabamos incorporando en nuestro armario, aunque no sea esa nuestra intención. No hay más que salir a la calle y ver cuáles de ellos inundan las tiendas para saber los elegidos de esta temporada.
Podría escribir sobre los colores desde muchos y diferentes puntos de vista, sin embargo, a mí lo que realmente me fascinan son las curiosidades sobre ellos, los significados de cada uno de los colores, así como las sensaciones que nos provocan.
Influyen en nuestro estado de ánimo y en las emociones, tienen significados simbólicos y el uso o desuso que le damos es una forma de autoexpresión que arroja luz sobre nuestra personalidad.
Todos ellos se encuentran en la naturaleza y, aunque te parezca mentira, el ojo humano es capaz de distinguir hasta 10.000 colores diferentes.
El verde representa seguridad, salud, naturaleza. Es el color de la felicidad y el que mejor asimilamos. Ahora quizás entiendas por qué la pizarra del cole ya no es negra. Esto se lo debemos a los franceses, que apreciaron que el negro deprimía más a los alumnos y el verde los mantenía en una actitud más positiva. Para estar mirando algo durante tanto tiempo, mejor verde que negro.
El azul denota lealtad, expresa simpatía, serenidad y confianza, es el color con más armonía y representa la amistad. Este color se asocia a los pensamientos y la palabra. Y me resulta muy curioso que, a pesar de que no existe ningún alimento puramente de este color, este sea el elegido en la mayoría de los ‘packaging’ y envoltorios de productos alimenticios. ¡Fijaos!
El rojo es el color del amor y el excitante por excelencia, representa atrevimiento, pasión y calor. Quizás sea por eso por lo que el telón de los teatros suele ser siempre de este cálido y acogedor color.
La energía y la estimulación de la creatividad se obtienen del naranja, que también se asocia a proyectos que prosperan. Éste vitamínico color se llama así por el fruto, que fue descubierto primero.
El amarillo es el más difícil de asimilar para el ojo, significa alegría y esperanza, pero también precaución. Nueva York ha servido de inspiración para muchas ciudades en las que también los taxis son de este color. La realidad es muy sencilla, es uno de los colores que más llaman la atención y casi ningún coche particular es amarillo, por lo que destaca por encima de todos.
El blanco no se considera un color sino la ausencia de todos ellos. No obstante, su principal característica es la de agrupar. Es sinónimo de pureza, facilita la inspiración y se asocia a la luna. Las principales celebraciones, no necesariamente cristianas, incluyen blanco en sus estilismos.
El negro, sin embargo, es la saturación, la suma de todos los colores y representa poder, autoridad y drama. Aunque también elegancia y nocturnidad. El negro más puro se encuentra en el espacio, donde la luz está ausente. Por cierto, la caja negra de los aviones no es de ese color, así se denominan las máquinas que no se sabe lo que está ocurriendo.
“El color es perceptual, evocativo, nostálgico, provocativo, idiosincrático, enigmático, enloquecedor, entretenido. ¿Qué más se puede pedir?”. Alexander Theroux
¿quieres saber más?
