El comedor social Padre Cristobal ha repartido 6.600 comidas desde su apertura

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Caritas atiende a 70 personas diariamente, entre ellas mucho niños,  en el edificio de la antigua hostería de Carcesa .

Desde su apertura el pasado 20 de diciembre, el comedor social Padre Cristóbal ha atendido las necesidades de muchos emeritenses, que diariamente reciben en el edificio de la antigua hostería de Carcesa su ración de comida solidaria.

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La delegada de Servicios Sociales, Ana Blanco, explica que a 31 de mayo se habían repartido 6.611 comidas y que en estos momentos se está atendiendo diariamente alrededor de 70 personas, 30 de ellas para niños y personas con discapacidad: “Muchos son niños, pero en estos casos sus padres vienen a recoger la comida y se las llevan a sus casas, porque preferimos, tanto las familias como nosotros, que los pequeños no tengan que venir al comedor”.

En estos momentos hay 11 voluntarios cada día de la semana, lo que significa que más de 50 personas participan diariamente en el reparto de comidas. Además, la Hermana Estela, dice que siguen necesitando socios, a pesar de que ya cuentan con casi 500: “Necesitamos al menos otros 500 para poder ofrecer todos los servicios que sabemos que la gente necesita”.

Mientras la necesaria ayuda llega, la Hermana Estela explica que, si bien no pueden ofrecer todavía cenas, se están dando meriendas-cenas compuestas de bocadillo, conservas y fruta, que se entrega a quienes acuden a las comidas de mediodía. Un servicio que, según explica, ha sido posible gracias a la colaboración de la Fundación Hosgena: “La verdad es que Mérida nos está ayudando mucho, toda la ciudad. Nos llevan fruta, gente que la tiene en sus campos. Nos llevan carne y bastantes productos aunque allí no se guisa, pero se les encuentra un uso. Estamos receptivas a todo lo que nos quieran regalar”.

Ana Blanco, delegada de Servicios Sociales, anunció que, gracias a las hermanas, no habrá necesidad de cerrar el comedor durante el mes de agosto porque, aunque la empresa de catering no iba operar por vacaciones durante ese mes, les han convencido para que sigan trabajando durante esos días.

Se han puesto en marcha también dos nuevos servicios, “por un lado se ha empezado a ofrecer el servicio de ropero, por el cual todos aquellos vecinos que no utilicen su ropa pueden llevarla hasta allí, igual que quien la necesite puede acudir hasta allí a pedirla y, de otro lado, se ha puesto en marcha un servicio de duchas para aquellas personas que no puedan tomarlas en su casa, bien porque no la tengan o porque les hayan cortado el suministro”.

Fotografía: CEDIDA