La cuarta edición de este encuentro hispano-luso se ha centrado en la responsabilidad social empresarial desde el punto de vista de la empleabilidad de las personas jóvenes.
La jornada, celebrada en el campus universitario de Badajoz, fue inaugurada por la directora general de Trabajo de la Junta de Extremadura, Sandra Pacheco, quien hizo hincapié en que el actual panorama laboral y empresarial obliga a desarrollar adecuadamente el concepto de empresa socialmente responsable, que en los últimos años se ha convertido en una marca de calidad y que en un futuro podría ser indispensable de cara a entablar relaciones a nivel internacional. «Hemos conseguido que en 2016 seis empresas consigan este sello de calidad de empresa con responsabilidad social», continuó, sin olvidar que «en el campo de la responsabilidad social empresarial nuestra región se está convirtiendo en un referente a nivel europeo». Concluyó su intervención resaltando el papel que el Plan de empleo joven desempeña en el panorama de la responsabilidad social, así como la necesidad de que esta creación de empleo genere un trabajo ‘de calidad’.
Por su parte, el director de relaciones externas de Forética, Tomas Sercovich, matizó que existe una diferencia notable entre realizar unas acciones de responsabilidad social «mal hechas’, en contraposición a aquellas empresas que apuestan por el desarrollo sostenible y por crear oportunidades de negocio, así como un marco de competitividad saludable como ejemplos bien desarrollados de responsabilidad social bien desarrollados. Sercovich también aludió en diversas ocasiones a la necesidad de crear puestos de empleo de calidad para los jóvenes, y en este sentido afirmó que la empresa juega un papel importante.
Respecto a la empleabilidad joven, la subdirectora general de Codespa y directora del Observatorio Empresarial contra la pobreza, María Jesús Pérez, arrojó datos procedentes del informe realizado recientemente por Codespa acerca de la situación del empleo en nuestro país, que demuestran cómo los efectos de la crisis sobre el desempleo juvenil han sido el triple de dañinos de lo que han sido con respecto al resto de la población.
Entre las causas de esta situación, Pérez destacó la perpetuación de la temporalidad, la sobrecualificación y la polarización en los niveles educativos, así como la vulnerabilidad social. Para solventar esta situación «es necesario que las empresas abran un camino a la formación y al empleo como solución al desempleo juvenil». Respecto a la formación hizo hincapié en el hecho de que el sistema educativo no se adapta con la velocidad suficiente a las necesidades de las empresas, lo que hace esencial que las propias empresas inviertan en formación. «La empresa debe cambiar su visión y dar un paso adelante, y la Administración debe actuar como dinamizador», concluyó.
A continuación, representantes de Reale Seguros, el Instituto Politécnico de Portalegre, Porto Editora y de Área Abogados y Asesores mostraron su perspectiva respecto al papel que realizan sus respectivas empresas para incentivar la contratación y formación juvenil, destacando entre las medidas tomadas los convenios con diversas universidades y centros de formación, con el fin de formar a los jóvenes desde la base.
En la mesa redonda llamada ‘El impacto de la intervención de la empresa’ participó la responsable de Relaciones institucionales de la Fundación Primera Fila, Fátima Piquero, que aportó un punto de vista que abogaba por una mayor necesidad de inclusión e integración en el panorama laboral de personas con discapacidad física e intelectual, así como de las mujeres.
Antes de su intervención se proyectó un video del presidente de la Fundación Primera Fila, José Antonio Lagar, excusando su ausencia en la jornada, en el que recordaba que esta entidad ha apostado durante los últimos ocho años por una mayor comunicación social, así como por la integración a través de las nuevas tecnologías, además de por el empleo joven.
Por su parte, Fátima Piquero puso de manifiesto su preocupación por la ausencia de términos como ‘discapacidad’ o ‘inclusión social’ en este encuentro, así como el escaso tratamiento de la empleabilidad de la mujer. En este sentido, la Fundación Primera Fila está en contacto permanente con la discapacidad, fomentando el trabajo de personas con discapacidad física e intelectual, así como con prácticas laborales, proporcionando al mismo tiempo una mayor visibilidad a estos colectivos.
En el ámbito educativo la Fundación ha apostado por RoboRave Ibérica, un proyecto de robótica educativa y competitiva dirigido tanto a jóvenes de entre 8 y 18 años, como en una modalidad para mayores de 18 años. «La discapacidad, cuando los niños se sientan, desaparece, se fomenta un ambiente de creatividad y una competitividad que favorece el intercambio de ideas entre los participantes». Siguiendo con el aspecto formativo, hizo hincapié en la necesidad de formar tanto a los jóvenes como a sus padres, apostando por una educación «desde abajo», contribuyendo con todas estas acciones a crear una responsabilidad social empresarial en la que se luche contra la exclusión social. Piquero concluyó su intervención con un llamamiento a las instituciones públicas a una mayor intervención en la integración laboral.
La jornada concluyó con la participación de la directora general de Empleo de la Junta de Extremadura, Inés Carreras. Durante su intervención destacó la necesidad de tratar desde las instituciones la formación y el empleo, no como entes separados, sino como algo unido; todo ello con el fin de luchar contra el abandono escolar, así como atender a jóvenes cualificados que se encuentran en situación de precariedad laboral.
Respecto al papel de la Junta de Extremadura en cuanto a la inserción laboral, Carreras recordó los diversos programas de empleo y formación que existen, así como los de prácticas en empresas, poniendo especial énfasis en las personas menores de 29 años. «No es un capricho, es necesario para frenar la sangría de jóvenes que emigran de la región, que no se puede permitir ni un año más». También puso especial atención en la necesidad de fomentar la contratación de las mujeres, ya que «sin mujeres no es posible un crecimiento inclusivo», concluyó.
ALBERTO CABRERA CENTENO
