Javier Feijóo
“…De repente, unas voces en castúo
acallaron la ronquera de los truenos
y una lus mu branca y pura
luminaba de contino las negruras en el cielo;
y esas voces replicaban qu’en su vientre
se jormaba un extremeño
y cantaban cosas durces y mu tiernas
entonando con la letra d’estos versos:
Casi es na y ya te siente, Ya sabe qu’eres la jembra
entoavia no ice ni angó qu’ha cultivao la siembra
y ya te palra, dándole’l mejó cobijo;
no tié orejas y te oye, y aguardará con pacencia
y sabe que no le mientes; en el tálamo mullío
sin ve na, él ya conoce d’ese nío que l’engendra
a la dueña d’ese vientre el placé de ser tu hijo.
que le custodia y abriga,
que l’engüerve y le defiende. Sabe mu bien que le quieres
y qu’está bien protegío,
¡Eres su mejó amiga, si tié ganas se retuerce
su madre, la más valiente! pa que tú lo sientas vivo
y te sonriyas y sueñes
tenerlo pronto contigo.
Compartirá tus latíos,
tu risa y tus quejíos, Sabe que tú eres su madre
y tu sueño y tu desvelo, y que cuando vea la lus
tus llantos en el camino; s’enjugará en la durzura
tos tus quehaceres diarios de tu cara y tu figura
esperando con anhelo d’una jembra con coraje;
los nueve meses vencíos y que naide como tú
d’este largo calendario. le pué dá mayó ternura.
Ya va pa un año d’aquello
y com’un cachino e cielo,
con su boquina e piñón
rempujándole los pechos,
s’amamanta con los cholros del coraje
un muchachino extremeño.”
Del libro ‘¡Asina! Sentimientos en castúo’
www.castuamente.blogspot.com
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