La Fundación Caja Badajoz edita un libro sobre la obra del escultor pacense José Luis Hinchado

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Elaborado por Enrique Meléndez Galán y Moisés Bazán de Huerta, y titulado ‘El escultor José Luis Hinchado’, repasa más de 25 años de trayectoria de este escultor extremeño.

La extensa y fecunda carrera artística del escultor pacense José Luis Hinchado es objeto de un minucioso y exhaustivo estudio en una publicación que ha editado la Fundación Caja Badajoz, y que supone el debut editorial del joven profesor en formación e historiador pacense del arte Enrique Meléndez Galán. El libro, elaborado en colaboración con el profesor Moisés Bazán de Huerta, y titulado ‘El escultor José Luis Hinchado’, a lo largo de 260 páginas repasa más de 25 años de trayectoria de este escultor extremeño, enriqueciendo el profundo estudio analítico de su obra, a través de los diferentes momentos creativos que ha vivido, con una rica documentación gráfica, que aporta al lector una amplia visión panorámica y de conjunto de la trayectoria y creación artística de Hinchado, de la que también puede disfrutarse una extensa e interesante muestra en el edificio Badajoz Siglo XXI, de Badajoz, hasta el próximo mes de julio.

Fue en este mismo edificio donde tuvo lugar la presentación, el pasado lunes 6 de junio, tanto del libro como de la exposición. Emilio Vázquez, presidente de la Fundación Caja Badajoz, resaltó en sus palabras de bienvenida el compromiso de esta, como heredera de la Obra social de Caja de Badajoz, con la difusión y el fomento del arte y la cultura en Extremadura, y expresó su satisfacción por poder impulsar a jóvenes extremeños que tienen mucho talento y ganas de hacer, a la vez que alabó la calidad del trabajo tanto del escultor, José Luis Hinchado, como de los autores de la obra bibliográfica que se presentaba, una edición muy cuidada y de excelente calidad.

Como siempre, hemos querido conocer algo más, y por ello hemos charlado con los autores del libro que se presentaba. Quedándonos solo con una mínima parte de un extenso currículo, diremos que el profesor Moisés Bazán imparte asignaturas de Arte Contemporáneo de los siglos XIX, XX y XXI en la Universidad de Extremadura, como experto en arte contemporáneo español y escultura pública. Por su parte, Enrique Meléndez es Graduado en Historia del arte por la Universidad de Extremadura, con premio extraordinario Fin de Carrera, por su brillante expediente académico universitario. Actualmente imparte clases en la Facultad de Filosofía y Letras en Cáceres, y trabaja en la elaboración de su tesis doctoral. Además, es pintor y ha realizado varias exposiciones en nuestra región de su interesante obra pictórica.

¿Cómo surgió este proyecto bibliográfico?; y en su caso, profesor Bazán, ¿Qué fue lo que le atrajo de él?
Moisés Bazán: Este proyecto surgió porque, en mi caso concreto, conocía la obra de José Luis Hinchado desde hace muchos años, había escrito algún texto sobre ella, había contado con él para el comisariado de su exposición ‘Recorridos’, que hice con la Junta de Extremadura en el año 2004, y, cuando surgió la oportunidad de que Enrique Meléndez hiciera el trabajo de fin de Master, le propuse hacer un trabajo exhaustivo de catalogación y estudio de la obra de José Luis Hinchado, y de ahí ha surgido al final la propuesta que hicimos a la Fundación Caja Badajoz de publicar un libro que recorriera la trayectoria del artista e incluyese un catálogo de su obra y un estudio pormenorizado de la misma. Sobre todo porque considerábamos que José Luis tenía una trayectoria de muchos años de trabajo, es un artista muy consolidado y merece este tipo de estudio.

Enrique Meléndez: Como ha expuesto ya el profesor Bazán, este proyecto es mi trabajo de fin de Master. Me lo ofreció él como gran conocedor y admirador de la obra de José Luis Hinchado. Desde el primer momento yo me sentí también muy admirado por ella y en colaboración con el profesor Bazán llevamos adelante este trabajo, que ha supuesto para mi el orgullo de trabajar con él. Posteriormente le presentamos el proyecto a la Fundación Caja Badajoz que lo acogió con mucho interés, y le dedicó un gran esfuerzo, lo cual le agradezco. Y el resultado, muy brillante, es el que hoy podemos ver, tanto en la exposición como en la cuidadísima y excelente edición del libro.

Si tuviese que elegir un ‘hito’ principal en la obra de José Luis Hinchado, ¿con cuál se quedaría, aunque sea difícil elegir?
M.B.: Es complicado, porque su obra ha ido pasando por diferentes fases, ha ido evolucionando, tiene una serie de etapas muy interesantes. Quizá pues es más conocido por toda la serie ‘Opus’, con la que consiguió “extraer el sonido” de las esculturas. Pero también hay proyectos como el de ‘Agua en la piedra’, que fue un hallazgo en el cual estuve muy implicado, y que supuso la posibilidad de trabajar con el agua y el óxido para dibujar sobre la piedra, que ha dado muy buen resultado. También habría que destacar los trabajos con la luz, como la serie ‘Referencias’, como en las últimas cajas de luz que está haciendo. Y yo destacaría también su capacidad para combinar el mármol con el hierro, para trabajar con ambos materiales extrayendo de cada uno todas sus posibilidades plásticas. Conoce muy bien el oficio, la técnica y a eso le suma una gran capacidad de inspiración y de trabajo, al mismo tiempo, y con ese afán experimental que posee y que le ha permitido ir creando sin parar una obra tras otra.

E.M.: Me quedo con lo último que ha hecho, con sus cajas de luz. Y si dentro de dos años me hace esta pregunta otra vez, volveré a decir que me quedo con lo último, porque la obra de José Luis está en continuo desarrollo. Yo creo que, aunque la tenemos servida por series, su gran obra es su vida, su manera de ser. Sus cajas de luz son su última expresión, su expresión magnífica, y encierran no solamente luz, sino también todas sus experiencias anteriores. Es la suya una obra en constante crecimiento y evolución.

¿Cómo resumiría usted el panorama actual de las bellas artes en Extremadura?
M.B.: Extremadura es una zona periférica, no lo olvidemos, por lo cual está ciertamente alejada de los centros más punteros y más activos, pero creo que es un panorama con fuerza y con valoración. En Cáceres comentamos a veces entre bromas los compañeros que entre Cáceres, Badajoz y Mérida no nos da tiempo a asistir a todas las exposiciones que se realizan, porque hay veces que coinciden. Tanto Badajoz con el Museo Extremeño e iberoamericano de arte contemporáneo (Meiac), como el Museo de Bellas Artes de Badajoz (MUBA) que en su nueva etapa también está teniendo una actividad muy intensa; en Mérida; en Cáceres con las posibilidades que brinda el Museo de Bellas Artes, la Fundación Helga de Alvear, el museo Vostell-Malpartida, hay centros que dinamizan sobre todo el ámbito menos conocido, el del arte contemporáneo y que permiten que haya una actividad continuada. Soy muy positivo en este sentido y, aunque no siempre tengamos los medios adecuados, el futuro es muy prometedor. Es verdad que acabamos de salir de un periodo, o aún estamos saliendo, de una época de crisis donde la cultura es lo primero que se resiente, pero actividad hay, y hay muchos y muy buenos artistas con ganas de seguir haciendo cosas interesantes. Luego queda la otra labor, que es la nuestra, la de estudiar lo que ellos hacen y contribuir a que su obra se difunda y conozca.

E.M.: Realmente vivimos una época muy mala. Tenemos muchos grandes artistas, mucha gente con ganas de hacer cosas, pero muy pocos medios para llevar a cabo. La ayuda de la Administración no es suficiente, y es vital la labor de las Fundaciones privadas y de particulares, que acaban «cargando sobre sus hombros» generalmente estos trabajos, este arte. Estamos hablando de la obra de un escultor que vive gracias a personas que compran su arte. Y estamos hablando de una Fundación que hace una labor magnífica. El estado tendría que hacer más porque, del mismo modo que nuestros grandes talentos científicos se están marchando, muchos valiosos artistas que, sin una oportunidad, no pueden desarrollar grandes ideas que llevarían a Extremadura a un lugar mas relevante.

Usted, señor Meléndez, es muy joven (24 años), y por su edad no ha podido seguir la trayectoria vital de José Luis Hinchado. ¿Qué le ha supuesto descubrir su larga trayectoria artística?
E.M.: Yo, que además de historiador del arte soy un gran apasionado por la creación artística y hago mis pinitos en este mundo, cuando empecé a hablar con José Luis y él empezó a hablarme de sus años de juventud, y de sus primeras esculturas, no solamente sentí admiración, sino que me sentí identificado en algunos aspectos que él comentaba: sus preocupaciones, sus inquietudes, etc. En muchos aspectos me vi reflejado y, siento rabia de haber conocido tan tarde una obra tan brillante. Pero por otra parte creo que he sido un afortunado porque he podido apreciar ciertas cosas desde fuera y verme tan reflejado y querido que si hubiera sido de otra manera no habría podido sentirlo así.

¿Podría usted resumir un poco su trayectoria y por donde apuntan sus expectativas de futuro?
E.M.: Pues mi trayectoria pasa por haber estudiado en las escuelas de artes y oficios de Badajoz y Cáceres, además de haber completado el Grado en Historia del Arte por la Universidad de Extremadura, con premio extraordinario de Fin de carrera, donde tuve la suerte de tener grandes profesores, como Moisés Bazán, que no solo me han educado sino que ahora mismo, como compañero, al igual que antes como maestro, es una persona ejemplar y de la que pienso seguir aprendiendo muchísimos años.

Unos profesores que le han fomentando los valores que usted ya tenía…
E.M.: Sí, bueno, yo el amor por el arte y el cariño por la Historia del arte lo he tenido siempre. He tenido una familia que me ha apoyado mucho y me han educado en ello, y realmente la Universidad, con magníficos profesores como Vicente Méndez, el  profesor Bazán, la profesora María del Mar Lozano Bartolozzi, o José Julio García Arranz ha extraído de mí lo mejor. Pero considero que es más mérito suyo que mío. Ahora tengo una beca de formación del profesorado universitario, que son unas becas muy exigentes para acceder a ellas, y sigo elaborando mi tesis doctoral, sobre educación artística, y espero continuar devolviendo a la sociedad lo que me ha dado, formando a generaciones futuras como me han formado a mí e intentando transmitirles mi ilusión y mi cariño por las bellas artes. Este año he tenido la oportunidad de dar lecciones magistrales y es cierto que sientes el amor por el arte, pero también por esas caras a las que les descubres a veces cosas, que entienden aquello que les estás contando. Aunque entienden el arte, siempre hay cuestiones que es necesario explicárselas, y cuando ves que consiguen aprender aquello que tú quieres transmitirles, son momentos muy bonitos que, en mí, me han hecho plantearme continuar con mi labor docente.

¿Qué impresión le produce, profesor Bazán, la trayectoria del coautor del libro, Enrique Meléndez, y qué futuro le augura usted a un joven con una carrera tan sedimentada?
M.B.: Ha sido un placer trabajar con Enrique. Yo le conocí primero como alumno. Y a partir de ahí el contacto ha ido a más. Ha sido un alumno brillante en la carrera, con todos los premios del grado. Es destacable su capacidad receptiva para estar abierto a todo tipo de propuestas. Cuando yo le proponía estos temas de arte contemporáneo él ha estado ahí y los ha sabido captar muy bien. El futuro que le auguro es brillantísimo. Me parece que tiene, como se suele decir, la cabeza «muy bien amueblada». Habla y escribe muy bien, así es que ha sido placer colaborar con él en este trabajo y que haya podido ver la luz con tan buenos resultados.

Javier Meléndez Teodoro