‘¿Qué hacer cuando me quitan el balón o no quieren jugar conmigo?’ Estas han sido algunas de las temáticas de las obras de ‘Teatro de Conciencia’, representadas por escolares de 5º y 6º de ESO (10-12 años) del Centro Rural Agrupado Riscos de Villanueva, en la Casa de la Cultura de la localidad cacereña.
Conflictos que surgen en la vida real y que han aprendido a resolver utilizando la gestión emocional, la empatía activa y la resolución positiva del conflicto; unas herramientas que les ofrece el programa ‘En sus zapatos: un espacio de empatía activa contra el acoso escolar’, de la Asociación Teatro de Conciencia, que ha llegado a Extremadura tras su paso por la Comunidad de Madrid, y que cuenta con la colaboración del Centro de Profesorado y Recursos de Plasencia.
La metodología teatral de este programa personifica el interior de los personajes haciendo que así se reconozcan con facilidad las emociones (miedo, odio, tristeza…) y se puedan gestionar ante un posible conflicto. Otro de los elementos destacados es que va dirigido a toda la comunidad escolar, tanto alumnado como padres y profesores.
Patricia Martínez Delgado, directora del centro escolar, destaca que este proyecto les ha permitido “tener una visión diferente a la hora de abordar el acoso escolar en la escuela, pudiendo ir a la raíz del problema al saber que el niño que agrede es porque tiene un problema detrás; y no ir al clásico castigo o expulsión que no sirve para nada”. “Los niños vienen con una gran carga emocional que hay que ayudarles a gestionar. Un niño que no es feliz y viene con un problema detrás no está abierto al aprendizaje”, añade. También destaca que el programa vaya dirigido también a las familias, y resalta “la participación de los padres, que han descubierto también una nueva forma de abordar el conflicto y ven el valor de la educación emocional”.
Por su parte, Pax Dettoni Serrano, responsable del programa y fundadora de la Asociación Teatro de Conciencia, señala la buena acogida del programa en el medio rural tras pasar por centros urbanos de la Comunidad de Madrid. “El hecho de ser un medio rural no cambia mucho, ya que las necesidades que hay de educación emocional son trasversales tanto en el medio rural como en el urbano. Estamos delante de una necesidad que es humana, que tiene que ver con las personas, que tiene que ver con el convivir… Y todos convivimos en el medio urbano, en el rural, en la familia, en la sociedad”, indica.
Esta antropóloga, dramaturga y experta en educación emocional (autora de libros como ‘La inteligencia del corazón’, de la editorial Destino) destaca la sensibilidad de esta localidad “en percibir que hay otra forma de convivir que no pase por la violencia, con lo cual hay una apertura tanto de los maestros, como de las familias, como de los niños de aprender educación emocional y las fórmulas que permitan relacionarse desde la no-violencia”.
