España es bastante solidaria con los emigrantes, comparada con otros países
Fue estudiante de ballet, vendedora de pisos, conferenciante, y llegó a ser una gran montañera, pero si por algo destaca María Gemio es por su labor social y su espíritu solidario.
Desde hace casi 20 años lidera la ‘Asociación Todos legales, todos iguales’ y próximamente será investida como Dama de Los Caballeros de Yuste, de lo cual se siente profundamente agradecida, como lo fue en su momento con de la Medalla Hernando de Soto.
Hablamos con ella para conocer más sobre su labor solidaria, su asociación y cómo ve la situación de la inmigración en España y en Extremadura.
¿Qué es la Asociación ‘Todos iguales, todos legales’? ¿Cuál es su labor?
Es una asociación conformada por voluntarios, que se fundó en el año 2000 en Badajoz, a partir de una idea de la plataforma social 0.7 cuando empezamos a ver que venían muchos inmigrantes sin papeles a toda España y a Extremadura. Desde entonces la asociación intenta ayudar a los inmigrantes en todo. Desde el comienzo intentábamos ayudarles a buscar a trabajo y más tarde comenzamos a hacer reuniones con mujeres, si tenían niños les ayudábamos a escolarizarlos, les acompañábamos al médico y también hemos hecho cursos de español con ellos. Las principales tareas de esta asociación son información y acompañamiento.
¿Cuál es la situación del inmigrante sin papeles cuando llega a España? ¿El Gobierno le ofrece algún tipo de asistencia?
No automáticamente, asistencia sanitaria o escuela a niños y embarazadas, y si van a Cáritas o Cruz Roja pueden recibir ayuda como cualquier español. La mejor ayuda que se les ha dado es que cuando llevan tres años aquí, sin no han hecho nada mal, se les reconoce el derecho a pedir papeles, siempre que tengan un contrato de trabajo por un año. Se puede criticar que se les conceda este derecho pero si llevan ya tres años hay que legalizarlos, no podemos esperar a una amnistía cada siete años. Hay que ser prácticos, no se les puede deportar y además es un proceso caro y dicen los ministros que sus cotizaciones son muy beneficiosas para la tesorería, son jóvenes trabajadores.
¿Qué es la tarjeta ‘Pascaex’?
Era tarjeta médica especial ofrecida por la Junta de Extremadura, con la que si llegaba cualquier persona sin papeles, con el empadronamiento a los seis meses se le hacía. Desgraciadamente la tarjeta ha sido retirada recientemente.
¿Qué puede suponer esa anulación?
Es una faena y no van a ahorrar tanto. Deben darse cuenta que sin el ‘Pascaex’ no va a haber un control sanitario sobre esas personas y pueden venir con una enfermedad. Si no hay control muchos pueden venir enfermos y al final hay que atenderlos y el gasto acaba siendo mayor. Muchas personas critican la presencia de mujeres latinoamericanas en centros de salud, lo que no saben es que muchas están allí para coger las medicinas de las señoras que cuidan.
¿De dónde vienen la mayor parte de inmigrantes de su asociación? ¿Cuál es el motivo de abandono de su país?
Aquí vienen muchos saharauis; por un lado muchos vienen por problemas políticos y con el carácter de activista, otros vienen por problemas económicos o sociales. Los senegaleses también vienen bastante, antes venían al mercadillo, son gente muy comerciante; y también marroquíes. Pero sin duda, los que más vienen son los sudamericanos, sobre todo mujeres, para que estudien sus hijos o para mantener a los abuelos.
¿Cuál fue la razón de crear esta asociación?
Hubo un caso que nos impresionó, de una familia ecuatoriana en Murcia; algunos de sus integrantes fallecieron en un accidente con una furgoneta, el conductor no tenía carnet, ni papeles y se encontraban trabajando en el campo de manera ilegal. Este caso destapó muchos otros, inmigrantes que vivían en barracones… A partir de ahí se empezó a regularizar todo y por ello se creó la asociación, para ayudar a los inmigrantes que ya están aquí.
¿Qué actividades realizan con ellos?
Se han hecho cursos de ayuda a domicilio, de geriatría, de idiomas, de cocina, de electrodomésticos caseros, hemos hecho incluso cursos de folclore extremeño. Por otra parte, en fiestas como Almosassa o la Noche en Blanco colaboran en actividades (comidas, decoración…).
¿Recibe algún tipo de ayuda por parte de las instituciones?
Obtenemos una pequeña parte de cuotas de los socios y por otro lado tenemos una subvención del Ayuntamiento de Badajoz. También hay ocasiones en las que se han hecho rifas o colaboraciones de los colegios. Lo que queremos ahora es que personas que no son de la asociación o no son inmigrantes se asocien simplemente por ayudar.
La Guerra Civil española llevó a muchos ciudadanos a huir de sus casas, a buscar asilo en otros países, fuimos refugiados. Ahora los recibimos nosotros; ¿cree que la sociedad está implicada con este tema?
No, no creo que esté implicada, muchos no. Hay gente en la calle que dice “esto no se puede consentir”. Los que se implican son los de siempre, los voluntarios, algún médico, alguien que es de Payasos sin fronteras o fotógrafos que buscan sacudir la conciencia los Gobiernos. Se nos ha olvidado que países como México y Francia acogieron refugiados y asilados españoles, y que tuvimos que emigrar a Alemania. El famoso ‘milagro alemán’ dicen que tiene apellido extremeño y andaluz.
¿Considera que la sociedad está informada sobre la inmigración?
Hay gente que no está bien informada, los que opinan en contra de la inmigración suelen ser personas con poca información. Por ejemplo, hay muchas personas mayores que no se paran a entender lo que dice la televisión y culpan a los inmigrantes de la falta de trabajo para los españoles. Yo siempre se lo digo, los inmigrantes no les quitan el trabajo, si ellos tienen carreras universitarias y no encuentran trabajo, no son los inmigrantes los que los van a quitar porque sus trabajos no llegan hasta esa titulación.
Desgraciadamente el terrorismo yihadista ha provocado en Europa mucho miedo y rechazo a la población musulmana. Sucesos como la prohibición del velo a una joven musulmana en una playa de Francia o recientemente el tiroteo en Italia de un ultra de la Liga Norte a inmigrantes
¿Piensa que la solidaridad e implicación con los inmigrantes ha disminuido? ¿Ahora la gente es menos solidaria?
Sí, un poco quizás, aunque aquí en Extremadura no, porque no hemos sufrido el terrorismo. Pero es verdad que la situación de los sirios iba bien pero cuando ocurrió el ataque terrorista de Bélgica se notó bastante el miedo. La gente ya no se atrevía a manifestarse a favor de los sirios, porque siempre hay algún intransigente que los culpa.
Hay muchas personas que creen que los terroristas entran entre los refugiados, eso no es verdad, los terroristas vienen en avión y con dinero para alquilar todo lo necesario para ello.
Teniendo en cuenta la situación de los campos de refugiados en Grecia o Francia, ¿cree que Europa gestiona bien la asistencia de inmigrantes?
Bien gestionado no está, la gestión real era identificarlos, ubicarlos, pero es que eso llevan haciéndolo dos años. El proceso es demasiado lento, han llegado mujeres embarazadas, que han tenido niños, y por la lentitud y el frío de los campos han enfermado y desgraciadamente muchos han acabado muriendo.
¿Cree que la situación de los inmigrantes mejorará en España?
Es muy complicado saberlo, aquí la inmigración iba bien, pero cuando vino la crisis la situación empeoró, ahora hay más control y es más difícil entrar. Aunque es verdad que la situación ha mejorado un poco porque la gente ha perdido el miedo a la crisis, mucha gente está volviendo a llamar a inmigrantes para trabajar. La Policía ayuda bastante, ahora hay asilados y mujeres de Centroamérica huyendo de las maras.
Quería preguntarle también por su afición al montañismo. Gracias a su espíritu inquieto formó parte de la primera expedición española en el Ártico, en 1980, una época en la que la mujer no tenía mucha presencia en este tipo de actividades. ¿Cómo fue la experiencia?
Muy buena, porque ya había estado en otras muchas montañas, había estado en el Mont Blanc, y en Laponia. Había mucha nieve y no era tan nuevo. Hay escaladas difíciles y fáciles, hicimos un pico y le pusimos Extremadura.
Había muchas incomodidades, estaba el deshielo, se te llenaba todo de agua, también calculamos mal la comida y pasamos un pelín de hambre, el peligro de los osos, pequeñas tonterías. Lo que es la expedición en sí fue estupenda. Hice un libro en el que escribía la experiencia, pero desgraciadamente se perdió. El jefe de expedición, Santiago Brun hizo un documental, Spitzberg, que fue editado por la Diputación de Badajoz.
CRISTIAN BRAVO BORREGA
