Comenzamos el primero de una miniserie de dos artículos dedicados a la obra del fotógrafo extremeño Tete Alejandre, con el fin de reseñar su reciente actividad expositiva estructurada en torno a la presentación de ‘Lo cotidiano’, su nuevo e inédito proyecto artístico cuya exposición acaba de inaugurarse en uno de los espacios artísticos más destacados de nuestra región, la sala de arte El Brocense de Cáceres.
Con este motivo y la intención de sacar a la luz una pequeña colección de piezas a modo de antesala y a la vez nexo entre su trabajo anterior y esta nueva exposición, el artista cacereño ha querido lanzar una edición especial de una de las líneas de creación más características en su trayectoria reciente.
Así, a finales del año pasado nace una nueva serie de sus ya conocidas y reconocidas ‘Fugas de color’, que ahora podemos disfrutar en formato de micro exposición como parte de la programación de El Muro Ocho, espacio artístico alternativo de la ciudad cacereña y viejo conocido de esta página.
Atendiendo a los contenidos de la serie que nos atañe, comprobamos cómo estas ‘fugas’ encuentran su origen en la pasión que Tete Alejandre profesa por la fotografía a pie de calle, un género identificado con el nombre anglosajón de ‘Street photography’ y que el autor practica desde hace décadas, basado en la búsqueda y captura de instantes fugaces e intrascendentes de la vida cotidiana de la ciudad, con el fin de convertirlos en perennes y extraordinarios.
Un género, el de la fotografía urbana, que Tete renueva mediante la edición digital de cada toma, expandiendo literalmente los límites de la mancha fotográfica para desplegar todo un universo plástico que acompañe al instante captado por su cámara, rescatando estéticas y conceptos propios de la pintura abstracta de vanguardia que ponen en tela de juicio los cánones de la fotografía como disciplina artística. Así, cada una de estas piezas no solo muestra el instante real captado, sino que, a partir del mismo, el autor crea ficciones espaciales de un alto impacto visual, a la vez que sugieren una suerte de sinestesia entre el color y la idiosincrasia del territorio donde fue tomada la instantánea.
Una edición especial que toma cuerpo en cinco nuevas ‘fugas’, de tirada limitada en 25 copias cada una, seriadas, numeradas y firmadas, cuidadosamente formalizadas en impresión Lambda sobre papel fotosensible con revelado químico.
Un botón que viene a convertirse en muestra del gran momento en el que se encuentra la carrera artística de Tete Alejandre, cosechando multitud de reconocimientos a nivel nacional e internacional. Cabe reseñar entre sus más recientes logros la participación en la edición 2017 de PhotoEspaña, Festival Internacional de Fotografía y Artes Visuales, como galardonado del prestigioso Premio de Fotografía Fundación Enaire, o el accésit en el III Premio Internacional Eurostars Berlin, así como premios, menciones y adquisiciones en varios de los certámenes artísticos de la región. Igualmente, su obra aparece en colecciones nacionales e internacionales, como las del Centro Hispanoamericano de Cultura de la Habana, la Fundación ADIF, o Iberdrola, entre otras muchas.
Desde esta sección os animamos a visitar esta micro exposición en El Muro Ocho (Avenida San Pedro de Alcántara 8, Cáceres) antes de descubrir la nueva y sorprendente propuesta artística de Tete Alejandre en la sala de arte El Brocense; y al mes que viene os esperamos de nuevo en esta misma página, para continuar comentando y analizando.
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