La Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo sostiene que los riesgos psicosociales son problemas que plantean muchas dificultades en el ámbito de la seguridad y la salud en el trabajo a nivel mundial.
Los riesgos psicosociales pueden dar como resultado efectos negativos para la salud de los trabajadores, como estrés, agotamiento o depresión, entre otros.
La inteligencia emocional es, según el psicólogo estadunidense Daniel Goleman, la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones. Estudios elaborados por expertos señalan que el éxito y la eficacia laboral dependen en un 20% de las competencias técnicas y en un 80% de las competencias sociales y emocionales de los trabajadores.
Por esa razón, Plena inclusión Extremadura, en colaboración con la Facultad de Educación de la Universidad de Extremadura, puso en marcha un proyecto de investigación en 2014 para analizar cómo repercuten esos riesgos psicosociales en los profesionales que atienden a personas con discapacidad intelectual.
En ese sentido ha comenzado a aplicarse un programa de innovación y talento para evaluar y aplicar un programa de intervención psicosocial que ayude a mejorar el bienestar, la inteligencia emocional y la salud. El curso que ahora se desarrolla se inscribe en este programa.
A lo largo de ocho sesiones formativas los trabajadores aprenden a entender las alteraciones que provoca una inadecuada gestión del estrés y las emociones en el entorno laboral y a identificar los diferentes estados emocionales. Además, aprenden a poner en marcha estrategias adecuadas para prevenir y afrontar el estrés y mejorar el modo de afrontar problemas y tomar decisiones.
El próximo lunes es la última jornada de estos talleres que ha venido desarrollándose durante los cuatro lunes del mes de mayo.
