Julián Antonio Cruz y la Fundación Entreculturas recibirán los Premios al Voluntariado Social 2017

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Lo harán en las modalidades individual y colectiva, respectivamente, en los actos que se celebrarán el día 5 de diciembre en el Teatro Municipal de Montijo.

Esta ha sido la decisión del Consejo Extremeño de Voluntariado, tras la reunión celebrada en Mérida el 8 de noviembre. En la misma se abordó la concesión de los premios al voluntariado social, siendo aprobadas las propuestas presentadas por la Plataforma del Voluntariado de Extremadura. Asimismo, visionaron el video resumen de la Escuela de Otoño del Voluntariado de España, que se desarrolló en nuestra región.

La trayectoria de Julián Antonio Cruz Zambrano ha estado marcada por una intensa lucha contra las drogas, así como por la rehabilitación de aquellos que, lamentablemente, habían caído en la adicción en las mismas.

Comenzó como voluntario de Cruz Roja, como conductor de ambulancias, y durante cinco años fue voluntario en la asociación Apartyrs.

Posteriormente fundó una casa de reinserción social para personas que salían de centros de rehabilitación en el barrio de San Roque, en Badajoz. Más adelante fundó otra casa en la carretera de Olivenza, en la que se asistía a mujeres que se encontraban en la calle debido a sus problemas de adicciones.

Sería en el año 2006 cuando, junto a personas que habían sido rehabilitadas, fundaría en Lobón la Asociación ‘Camino a la vida’, en la que, durante cinco años se dedicó a llevar, junto con otros voluntarios, a usuarios al Cedex de Mérida, a realizarse analíticas, a obtener cartillas de transeúntes en el ambulatorio de Montijo. También trabajó en la reinserción laboral de estos usuarios, y ejerció de mediador en las causas judiciales de estos.

En el año 2011 desarrolló un proyecto de prevención en adicciones en los polideportivos de fútbol sala con ‘Di no a las drogas’, inscribiéndose en la FDM, llegando a ser campeones de la temporada 2011/2012 y campeones de Extremadura en primera división.

En el año 2012 contribuyó a formar el Equipo Técnico de la Asociación, con la apertura de una oficina en Montijo en la que se atiende a los familiares de personas con problemas de adicciones y de exclusión social en la Comarca de Lácara. Al año siguiente, hizo avanzar el proyecto de la asociación ‘Camino a la Vida’ con la inauguración de unas nuevas instalaciones que recibieron el nombre de ‘El hogar del voluntariado’.

Gracias a la creación del centro de ‘Asociación Camino a la Vida para personas con problemas de adicción o excluidos sociales’ 25 personas reciben asistencia sanitaria, psicológica, social, judicial, de inserción sociolaboral, de prevención y de ocio y tiempo libre, así como formativo-ocupacional.

Respecto a la Fundación Entreculturas, comenzó a funcionar en el año 1985 con el nombre de ‘Fe y Alegría España’. Esta ONG de raíz jesuita defiende el acceso a la educación de calidad como herramienta para el cambio social, el diálogo entre culturas y la justicia. Esta asociación cuenta con más de 450 voluntarios en todo el país, además de 1000 personas colaboradoras.

Su actividad en Extremadura comenzó en el año 2001, si bien su influencia no empezó a ser significativa hasta el año 2007. En la actualidad su número de voluntarios asciende a 60 personas.

Algunos de sus trabajos más relevantes han sido el programa de participación juvenil ‘Red Solidaria de Jóvenes’, en el que se fomenta el desarrollo de valores y actitudes solidarias, al tiempo que se trabaja en el desarrollo cognitivo, emocional, moral y social de adolescentes con edades comprendidas entre los 12 y los 18 años.

Otro de sus proyectos es el Programa Entrescuelas, que pone en contacto a estudiantes a docentes de España y de otros países, con el objetivo de que experimenten un encuentro intercultural y de ciudadanía global.

La mitad de los voluntarios de la delegación extremeña están involucradas en alguno de los siete equipos en los que se estructura esta: sensibilización, educación, voluntariado joven, voluntariado internacional, formación y voluntariado, ecología y comunicación, coordinados por un delegado. La otra mitad acompaña de forma continuada a niños, niñas y adolescentes en procesos educativos.

La seña de identidad de esta fundación es su red de voluntariado internacional de larga duración, Voluntariado Pedro Arrupe (Volpa), en el que los voluntarios se desarrollan como agentes sensibilizadores y de cambio social.

Durante los diez años que esta fundación ha operado en Extremadura destacan sus siguientes trabajos:

La concienciación y sensibilización en la región a través de diversas acciones orientadas a crear conciencia de la realidad global en la que vivimos.

El trabajo con la base de la sociedad, trabajando en la motivación y su implicación mediante la formación y el uso de actividades que fomenten el compromiso.

Promoviendo experiencias de voluntariado de corta duración en países del sur, dentro de su programa ‘Experiencia Sur de Entreculturas’.

También trabajan con otros colectivos, así como con centros educativos en su apuesta por una ciudadanía extremeña con mirada y compromiso global y una política pública de cooperación coherente.

La labor de cooperación de Fundación Entreculturas se extiende por América Latina, África, Asia y Europa, adaptándose a las realidades específicas de cada emplazamiento.