En Mérida ha tenido lugar el acto final de la campaña informativa ‘X Solidaria’, con la presencia del presidente de Cermi Extremadura, Modesto Díez; la presidenta de la red EAPN Extremadura, María Teresa Suárez; el director gerente de Plena inclusión Extremadura, Sebastián González; Ana Belén García en representación de Cáritas regional de Extremadura; Josefa Pozo en representación de ONCE Extremadura; Alejandro Hernández en representación de la Asociación Extremeña de Fundaciones; y los beneficiarios del programa del 0,7% en Plena inclusión, Aroa Rico, y en Cáritas, Pedro Morato.
Sebastián González ha presentado los datos de la campaña del IRPF correspondientes a 2017 en Extremadura. El 25% de los contribuyentes marcaron la ‘X Solidaria’; el 14% marcó la casilla de la Iglesia; el 31% marcó ambas casillas; y el 30% no marcó ninguna.
Analizando estos porcentajes, se deriva que aproximadamente 200.000 extremeños todavía no marcan la casilla 106 del IRPF para fines sociales. A ellos se ha dirigido Sebastián González para que tengan en cuenta que «marcar esta casilla no cuesta nada y con esos fondos se desarrollan importantes proyectos, que cambian la vida de las personas en riesgo de exclusión social”.
González también se ha dirigido a las personas que hasta ahora solo han marcado la casilla 105, destinado a la Iglesia Católica, para pedirles que marquen las dos casillas porque ni son incompatibles ni se divide la aportación entre ambos conceptos.
Por su parte Aroa Rico, de Plena inclusión Montijo, ha explicado que ella y otras 3.000 personas de Plena inclusión Extremadura se benefician de los programas financiados por el 0,7% del IRPF. Ha contado su experiencia personal: después de realizar un curso sobre derechos de personas con discapacidad intelectual ha conseguido trabajar impartiendo charlas de sensibilización en su organización. También ha hecho un llamamiento “a las personas que estos días hacen su declaración de la renta, porque si marcan la ‘X Solidaria’ pueden ayudar a cambiar la vida de muchas personas”.
En la misma línea se ha manifestado Pedro Morato, quien ha explicado que gracias a la ayuda que recibe en el centro Padre Cristóbal de Santa Catalina ha podido reconducir su vida: “he podido ver la luz después de estar en una situación personal muy complicada. Ellos son para mí como una familia”.
