José María Sotomayor
Hay aroma de San Isidro en Madrid y viene a cuento porque lo que voy a apuntar ocurrió en el primero de los celebrados. Fue en la quinta corrida, la que cerraba la primera feria. Se celebró el jueves 22 de mayo de 1947, en una tarde muy soleada y con la plaza llena. Estaban anunciados toros de Felipe de Pablo Romero para los matadores Manuel Álvarez Pruaño ‘Andaluz’, Antonio ‘Bienvenida’ y Jaime Marco ‘El Choni’. En el patio de cuadrillas esperaban el primero, el último y Luis Gómez ‘El Estudiante’, que encabezó el cartel y sustituyó al herido Antonio ‘Bienvenida’. Hacía año y medio que no pisaba Las Ventas tras una fugaz retirada. Había reaparecido una semana antes para dar la alternativa a Rafael Martín-Vázquez en Valladolid.
Era la primera vez que mataban una corrida dos espadas aunque no estuviese anunciada así. El encierro del ganadero andaluz no se lidió completo. Estuvo bien presentado, algo habitual en este ganadero y sus sucesores, pero no se prestó a una lidia lucida. Solamente el quinto tuvo bravura y nobleza. El cuarto se lastimó y fue sustituido por una de María y Carlota Sánchez de Terrones, manso también. Para ‘El Estudiante’ no pareció pasar el tiempo. Volvió con el mismo valor y pundonor con que se fue y en el primero de la tarde ya tuvieron que festejar los aficionados sus quites. Por encima de los demás, dos de la mariposa que fueron muy jaleados. Luego no hubo mucho más. Ni en este ni en los otros toros. A los dos los pinchó y eso que destacó en sus 15 años de alternativa por el buen uso de los aceros.
‘El Choni’, en su primer toro, al dar la segunda verónica, resultó prendido, sufriendo una cogida que en la enfermería fue calificada de menos grave pero que le impidió continuar la lidia. La corrida, por este motivo, como dije, quedó reducida a un mano a mano entre sus compañeros. En el resto de los toros no hubo nada destacable si se exceptúa el buen manejo del capote de ‘El Andaluz’ en el bravo quinto. Como además puso todo su empeño en sacar partido al animal y, después de pinchar dos veces, lo mató de una buena estocada tuvo su premio. Gran ovación y una merecida vuelta al ruedo, tras petición de oreja.
En el capítulo de las anécdotas, los picadores de ‘El Estudiante’ fueron sancionados por sus excesos en la suerte de varas. Y otra más, presenció la corrida Rafael Vega de los Reyes, ‘Gitanillo de Triana’, ya repuesto de su cogida de Sevilla en la corrida de Miura, acompañado de su madre política, la bailaora Pastora Imperio.
Muchos años después, muchísimos, en este San Isidro de 2018, se anuncia por primera vez una corrida de seis toros para seis espadas. Sí hubo otra, en 1981, pero fuera de la feria. Además, la próxima, tiene la particularidad de haber nacido los diestros en seis naciones diferentes. Por orden de antigüedad, no puede ser de otra manera, harán el paseíllo, el próximo 31 de mayo, los espadas siguientes: Juan Bautista, francés; Luis Bolívar, colombiano; Juan del Álamo, español; Joaquín Galdós, peruano; Luis David Adame, mexicano; y Jesús Enrique Colombo, venezolano. Que Dios les dé, como a todos los demás, la suerte que se merecen.
Y es que en cada San Isidro puede ocurrir un hecho singular por primera vez.
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