En ocasiones nos frustramos por no conseguir los deseos que anhelamos o los retos que nos proponemos; pero olvidamos planificar lo que queremos conseguir y ser optimistas y estar motivados para conseguirlo. Y compararnos con los demás y no conseguir lo que nos proponemos nos entristece y desmotiva, provocando más negatividad.
Para alcanzar la felicidad plena es clave la positividad. El optimismo mejora la autoestima, el sentido general de bienestar y la relación con otras personas. Visualiza los éxitos y no los fracasos.
Empieza el día temprano, porque si arrancas el día con prisas acumularás estrés desde primera hora; y activa la mente con ejercicio, te ayudará a segregar endorfinas, a tener más energía y a estar de buen humor.
Céntrate en las cosas positivas que te vas encontrando; sé amable y ejercita tu carisma con los que te rodean.
Defiende siempre tus ideas. Sé asertivo. Di lo que piensas, respetando siempre al otro. Expresa tus opiniones con firmeza y si no estás de acuerdo con algo no te calles, o generarás tristeza y perderás autoestima. Comunica tus deseos y pensamientos de forma sincera.
Ante los conflictos debes evaluar la importancia que merecen y el tiempo que les vas a dedicar. Y lo más importante es no pensar en negativo; céntrate en soluciones y no en machacarte por lo que no conseguiste, porque te quita mucha energía.
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