El órgano renacentista de la localidad cacereña de Garrovillas de Alconétar es, muy probablemente, el más antiguo de la Península, y sin duda uno de los más antiguos de Europa.
La Asociación Cultural ‘Domingo Marcos Durán’ fue creada en agosto de 2018 con la única finalidad de colaborar en la conservación y promoción del órgano renacentista de Santa María de la Consolación de Garrovillas de Alconétar.
Toma su nombre del escritor garrovillano, que vivió en los siglos XV y XVI, autor del primer tratado de música en castellano, ‘Lux Bella’ (1492). En 2010 Garrovillas celebró un homenaje a Marcos Durán, descubriendo un monolito en la plaza que lleva su nombre en las inmediaciones de la parroquia de San Pedro, templo que alberga otro de los órganos históricos con los que cuenta la localidad, este de época barroca. En pasados siglos existe documentación de que Garrovillas contaba con cinco órganos en servicio: en el convento franciscano de San Antonio de Padua, en la parroquia de San Pedro, otros dos en los monasterios de monjas Jerónimas y en el de la Encarnación, y el órgano renacentista de Santa María de la Consolación, considerado como uno de los más antiguos de Europa.
En recuerdo de Marcos Durán la Asociación Cultural ‘Alconétar’, en colaboración con el Ayuntamiento de la localidad, prganiza cada año un memorial de musical renacentista, en el que el órgano de Santa María es el principal protagonista.
El órgano estuvo durante muchos años abandonado en el lateral del coro, pero afortunadamente lo rescató del olvido la colaboración de dos músicos: Miguel del Barco Gallego, organista y compositor, director durante 25 años del Conservatorio de Madrid y, entre otras muchas cosas, autor del Himno de Extremadura; y Carmelo Solís Rodríguez, archivero y maestro de Capilla de la catedral de Badajoz. El primero, animó y colaboró con el segundo en investigar la situación de los órganos de Extremadura. Su trabajo dio como resultado, por un lado, una tesis doctoral, que no ha sido publicada, en la que se pusieron de manifiesto las características excepcionales del instrumento; y, por otro, que la Diputación de Cáceres se encargara de su restauración, llevada a cabo entre 1987 y 1990 por el maestro organero holandés, aunque afincado en España, Gerard de Graaf. El propio Miguel del Barco Gallego fue el encargado de celebrar el primer concierto de reinauguración.
Se trata de un órgano cuya forma exterior recuerda a los primeros órganos góticos europeos de mediados del siglo XV, en los que la parte sonora también se cerraba con puertas. Lo más probable es que se construyera expresamente para el coro de Santa María de la Consolación y dado que esta iglesia se levantó entre 1493 y 1520, cabe sospechar que el órgano sonara solemne en ese año, el día de la consagración del templo.
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