‘Uma poncha, se faz favor’ es una frase que se puede oir con frecuencia en la isla portuguesa de Madeira

Léelo en solo 3 minutos !!

Los ingredientes de esta bebida son aguardiente de caña de azúcar, zumo de limón y azúcar, comunes en esta isla que hace que los agricultores se adapten a su difícil orografía.

Así es, esta bebida típica madeirense, originaria -según dicen- de la localidad de Cámara de Lobos, la acostumbraban a beber los pescadores de este pueblo costero antes de salir a realizar sus faenas en el mar. Una manera de entrar en calor y prepararse para el duro trabajo que les aguardaba.

La base y los ingredientes de esta bebida son autóctonos: aguardiente de caña de azúcar, zumo de limón y azúcar. Muy comunes en estas fértiles tierras donde los agricultores han tenido que adaptarse  a la difícil orografía del terreno.

El proceso es sencillo. Primero, para sacarle el máximo sabor, se aplastan unas rodajas de cáscara de limón con azúcar en la base de un recipiente. Posteriomente, se vierten  -con la ayuda de un colador- todos los ingredientes en una coctelera y se agita con fuerza durante unos segundos. Como el lector puede imaginarse, la poncha tiene una alta graduación.

Por cierto, no quiero olvidar un detalle importante, se sirve fría y ha de ser elaborada en el momento. Nada de dejarla unas horas antes de consumirla.

Reconozco que tuve el privilegio de estar con una persona que, en temas de gastronomía isleña, sabe mucho. Se trata de D. Gregorio Juliâo da Silva Freitas, miembro de la ‘Confraria Gastronómica da Madeira’. Una enciclopedia en temas del buen comer con el que da gusto conversar. Fue él quien me puso al tanto de las curiosidades y características de la poncha.

Tras una agradable cena fuimos a recorrer la zona de bares de Cámara de Lobos para beber la ‘poncha pescador’ (la tradicional, la de toda la vida). Calles estas muy animadas donde se acercan también numerosos vecinos de Funchal los fines de semana. Mientras la preparaban iban explicándome, con todo lujo de detalles, los pasos a seguir. Parece fácil y no se aprecian complicaciones en la receta pero, créanme, no sabía igual la de un bar y la de otro. Y es que en esto, como en tantos aspectos de la vida, “cada maestrillo tiene su librillo”.

Una curiosidad que no debes dejar pasar desapercibida es la utilización de un singular instrumento de madera, llamado ‘caralhinho’ o ‘pau de poncha’, con el que se mezclan los ingredientes.

Sobre la poncha también hay sus controversias. Para gustos están hechos los colores. ¿Lleva o no un poco de agua? ¿Antes de agitarla se le echa hielo o no?. Dicen que en esto los hay más y menos puristas. En todo caso, el mundo de la poncha se ha ampliado con diferentes sabores. Ahora las encuentras de mandarina, maracuyá, etc. En tiendas y aeropuertos venden cajas presentadas con diversos motivos de Madeira donde incluyen distintas botellitas de poncha para regalar a familiares y amigos.

Solo me queda, además de recomendar beber poncha con moderación, disfrutar de esos rincones que esta espectacular isla del océano Atlántico regala al viajero. Espacios naturales que dejarán ensimismado y boquiabierto a los que allí se acerquen.

Las maravillas con las que regaló la naturaleza a esta isla están a nuestro alcance: pasear por sus ‘levadas’, navegar por sus aguas, admirar las vistas que ofrecen sus ‘miradouros’, subir hasta la cima de Cabo Girâo (uno de los acantilados más altos del planeta), ver un ‘mar de nubes’, fotografiar cetáceos, etc.

Madeira te espera con los brazos abiertos y con una poncha fresca recién preparada.

FOTO: Agradecimiento Turismo de Madeira. www.visitmadeira.pt

Juan Antonio Narro Prieto
http://narrogeographic.blogspot.com.es