Un grupo de cocineros extremeños relanzan la iniciativa ‘Extremadura Slow’

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Resurge esta propuesta que se basa en el movimiento ‘Slow Food’ con la intención de poner en valor el movimiento ecológico y de las tradiciones de nuestra tierra.

Juan Manuel Cañamero

Hace seis años, un grupo de cocineros extremeños con inquietudes de promocionar la región formó el convivium de Slow Extremadura, que es un movimiento internacional que defiende los derechos de «lo bueno, lo sano y lo justo», como pilares principales, y con el fin de «potenciar las virtudes de las tradiciones basadas en las costumbres para que estas no se perdiesen», según explica Soledad Ortega, propietaria y chef de La taberna de Sole, en la céntrica calle John Lennon de Mérida.

Se formó el convivium y «realizábamos actividades con los agricultores y productores ecológicos de diferentes ramas, pero se produjo un cisma en la dirección del movimiento Slow Food y a pesar de las indicaciones del presidente internacional, Carlo Petrini, que cuando visitó Extremadura dijo que la región era el paraíso slow, aquello se paralizó», refiere.

El equipo que estaba al frente del convivium decidió, entonces, «no dejar abandonados a estos productores ecológicos de Extremadura y formar un nuevo sello que englobase la filosofía del movimiento slow», explica Soledad Ortega, indicando que lo más sencillo fue, pues, «denominarlo Extremadura Slow, que arranca con la intención de seguir apoyando a todos los trabajadores y transformadores de productos ecológicos o de calidad pero con la seña de lo antiguo y lo de siempre en cuanto a la tradición extremeña».

«Y lo que vamos a hacer -subraya Soledad Ortega-, es continuar apoyando a aquellos productores y agricultores y a sus productos, y poner en valor el movimiento ecológico y de las tradiciones de nuestra tierra”.