Mucha gente vive en continuo conflicto, y sus problemas diarios les llevan a seguir inmersos en este estado tan nocivo a nivel físico y psicológico.
Esta situación, que acaba siendo devastadora para quien la sufre, se convierte en un círculo vicioso, que al mismo tiempo le hace mantener viva esta situación.
Por eso cada uno debe darle el significado que merece a cada situación, a cada circunstancia o suceso.
No debemos engrandecerlo, porque lo que conseguiríamos sería mantener una situación negativa en el tiempo que desencadenará reacciones muy desagradables, tanto a nivel físico como psicológico.
La tristeza surge al compararnos con los demás, y sentimientos como la frustración y la impotencia nos provocarán ira y pensamientos negativos, que no mejorarán si no cambiamos nuestra forma de pensar.
Aunque en la vida te enfrentes a mil problemas no debes saturarte con ellos y pensar que nada tiene solución.
Debes pararte, dejar de pensar un momento, aunque te cueste; debes desconectar, y después, con calma, retomar los problemas y buscar soluciones. Quizás, aunque parezca inviable una solución, te sorprendes y aparece una salida.
Las personas estamos en continuo cambio, y eso también influye en nuestra flexibilidad mental, lo que debemos aprovechar para encontrar en nosotros mismos esas herramientas de afrontamiento, esos recursos personales internos, y tenemos que ser constantes.
Empieza a tener una actitud optimista e involúcrate en diferentes cosas. Lo importante hay que lucharlo, y a veces los problemas surgen sin esperarlos, pero debemos minimizarlos y tener una actitud positiva.
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