Visión y balance de la revista Grada desde la óptica del colaborador Carlos Sánchez.
En este capítulo trigésimo octavo no voy a hablar de la Genealogía de nadie de hace siglos, es el número 100 de la revista y nos han pedido que hiciéramos algo diferente.
Lo primero es agradecer formar parte de la revista Grada desde noviembre de 2012, gracias a José Antonio Lagar que me fichó, hablando en términos futbolísticos, para colaborar en la revista escribiendo sobre Genealogía, la cual difundo humildemente desde mi pequeña parcela, desde la que he podido hacer algo de propaganda incluso de la Asociación de Turismo y Genealogía de España (Turigen) la cual presido, y en
nombre de ella firmé un convenio de colaboración con la Fundación Primera Fila, que preside José Antonio Lagar, con vistas a llevar a cabo algunos proyectos ilusionantes entre las dos entidades, que van a resultar muy interesantes.
Gracias José Antonio por creer en mí y apoyarme tanto para colaborar escribiendo sobre Genealogía y para otros temas y proyectos, que gracias a ti no son tan lejanos en llevarse a cabo; basándonos en el nombre de tu programa de radio, ‘Si se quiere se puede’, el límite nos lo ponemos nosotros. Por cierto, gracias por lo de ‘crack’; si yo soy eso según tu, entonces tu eres un ‘megacrack’.
Muy agradecido a Enrique Trabadela, o también llamado Enrique II Trabadela (ya sabemos cuáles son su padre y su hijo). A él es al que llamo cada dos por tres por si le tengo que preguntar algo de la revista o cualquier otra cosa; también si le pido alguna revista para alguien él me la suministra; siempre atento a todo, el que espera mis artículos los 24 de cada mes, me da el ‘conforme’ o me dice de recortar o quitar o poner algo de mis artículos. Muchas gracias Enrique.
Y nuestra superdirectora Carmen Tristancho para mí es ‘Carmen Atómica’, siempre cariñosa y afectiva cuando la llamo por teléfono y le cuento algunas cosas. Muchas gracias Carmen.
Si no lo sabe mucha gente ella es familia mía; se puede decir que soy ‘multipariente’ suyo, por tres veces por ahora que yo sepa, y no sé si más, habrá que investigarlo. Descendemos los dos de un matrimonio natural de Torre de Miguel Sesmero, formado por José Félix Sánchez Moreno, nacido el 28 de julio de 1855, y Fernanda Méndez Rojo, nacida el 30 de mayo de 1857, quienes se casaron el 13 de octubre de 1879 en la misma localidad de su nacimiento y tuvieron varios hijos: Manuel, Antonio, Victoriano, Amparo, José María, Pedro Francisco y Carmen. Todos se casaron, excepto Amparo, y tuvieron numerosos descendientes. Yo desciendo de Manuel, abuelo paterno de mi padre, y de Antonio, abuelo materno de mi madre; y Carmen es nieta de la otra Carmen, la pequeña de la familia de ‘los Revive’, que era el mote que le puso la gente por algo que pasó, mote del que nos sentimos muy orgullosos los descendientes.
Una curiosidad muy bonita a la vez que trágica es que ese matrimonio formado por José y Fernanda murió muy seguido uno del otro, ella por una dolencia del hígado y él por un hernia, entre los días 27 y 28 diciembre de 1928. ¡Gracias Grada por darme tanto!
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