“Habana nana na”. Grada 131. Moda

Léelo en solo 3 minutos !!
“Habana nana na”. Grada 131. Moda

Patty Gruart

Llevaba algún tiempo queriendo vivir el fin de año en un lugar cálido, tomando literalmente, las uvas en la playa.

Lisboa, Valencia, Granada… Generalmente, suelo viajar en esas fechas, me gusta despedir el año viviendo el final de las fiestas navideñas desde otro punto de vista, pero, sobre todo, me encanta la idea de recibir el nuevo año haciendo lo que más me gusta, conocer otros lugares.

Y en esta ocasión, sin duda, ha sido una experiencia inigualable. ¡Me fui a Cuba!

Me pasa que, cada vez que salgo de casa, vuelvo con tantas sensaciones nuevas y experiencias inolvidables que me lleva algún tiempo gestionar y almacenar todo lo vivido. De alguna manera, aún sigo en Cuba. Qué maravilla de país. Su gente amable, su alegre música en directo casi por cada rincón, su nostálgica arquitectura que permite que aprecies, a cada paso, el peso de su Historia, y también sus tradiciones.

La Habana me impactó muchísimo. Aunque leí bastante sobre lo que iba a encontrar, no imaginaba que iba a ser tan fácil conectar con el lugar, con su gente. De hecho, creo que ha sido el viaje en el que más he interactuado con el entorno, y no solo por charlar con cubanos, sino también con otros viajeros, por lo que creo que Cuba es un lugar que invita, pese a sus límites, a comunicar.

Una de las cosas que me dejó muy sorprendida fue el nivel educativo de la gente; no me refiero únicamente a la sobrada formación universitaria de la mayoría de las personas que conocí allí, que también, sino a los valores inculcados desde que son niños. El respeto por los mayores, la humildad con la que se expresan o cada ‘gracias’ que escuché. Sin duda se trata de una sociedad forjada en el respeto y la buena educación. Estoy segura de que todo esto influye en la evidencia de que Cuba es un país tan seguro como lo pintan. Estando allí no podía parar de pensar en lo afortunados que son en ese sentido.

Desgraciadamente, también conocí la falta de recursos con la que conviven a diario, y el gran esfuerzo que hacen en general para que los extranjeros no notemos esas restricciones.

Algo que me ha quedado muy claro es el mimo con el que nos tratan, cuidan mucho el turismo porque son conscientes de que es el motor de su futuro. ¡Con qué cariño se refieren a su amada España, ‘La Madre Patria’!

Tengo muchas anécdotas de este viaje y algunas opiniones al respecto. Definitivamente es un viaje que cambia la forma de entenderlo todo. Es fácil empatizar y comprender que la población ansía más cambios de los ya conseguidos en los últimos años; principalmente dos cuestiones fundamentales: eliminar el bloqueo internacional y reducir el intervencionismo del Estado.

Pero la gran realidad de La Habana es que por sus calles se respira una sensación de alegría, y una predilección generalizada por el arte y la cultura en general que cautiva.

Personalmente, me parecía estar inmersa en un auténtico escenario de película: bajo el azul del cielo más bonito e intenso que he visto, rodeada por una enorme ciudad con preciosas casas coloniales (tanto las que están restauradas como las que no, en esta ciudad todo tiene su encanto), y basadas en una maravillosa gama de colores vivos, esos mismos que también se ven proyectados sobre los extraordinarios coches antiguos americanos.

La Habana, Trinidad, Viñales, Varadero, Santiago de Cuba, Cienfuegos o los idílicos Cayos… Queda mucho por conocer, así que esta no será mi única inmersión en Cuba.

¿quieres saber más?

Summary
“Habana nana na”. Grada 131. Moda
Article Name
“Habana nana na”. Grada 131. Moda
Description
Llevaba algún tiempo queriendo vivir el fin de año en un lugar cálido, tomando literalmente, las uvas en la playa.
Author