Rades
Lo peor que lo podría pasar a Bambikina es que se quedara en eso que un amigo llama “entra leña en el corral / saca la leña del corral”.
Es decir, que se quede en esas canciones de rima asonante marcada, con toque de romances populares (Alhambra) y tambores andinos marcando el ritmo que tanto recuerdan a los grupos folk de toda la vida. De esos que conocemos también en su pequeña patria.
Y no es que aparezca su versión de La Serrana de la Vera. Ya sabemos que lo lleva en su sangre verata. Y ya sabemos que algún día tenía que suceder. Era de esperar. Una guitarra española, una leyenda de la comarca y un toque de cantautora de las de siempre. Era de esperar.
Y eso que ha sido convenientemente edulcorado con ambientes sonoros aparentemente actuales. Pero esos coros te echan para atrás.
Mucha chamanita, mucha serranita, palomitas, mucha virgen morena y paloma negra y algo de suaves corridos mejicanos.
Este disco tiene todos los ingredientes para que salgas huyendo de él en la primera escucha.
Afortunadamente ya hace tiempo que Bambikina te sorprendió y prometiste seguirle la pista.
Y además ya se sabe. Ya los habrá por ahí para hablar mal. Para nosotros cualquier proyecto de los nuestros será siempre el mejor. Aunque se trate de una obra transitoria.
Y es que detrás de esos tambores ancestrales y folklóricos anda su voz, en la que pone toda el alma y se nos transmuta en la gran Chavela. “Me lloraban las canciones”. Los retratos cotidianos.
Y su vuelta al pop glacial que nos reconcilia con la verata que ya hace algunos años que nos conquistó, y las delicadas atmósferas con aires ‘granaínos’.
Menos mal que en algún momento volvemos a encontrar esas trompetas fronterizas que tanto nos gustaron en su pasado. Y nos devuelve a las madrugadas tex-mex. “Buscar la suerte en una estrella fugaz”.
Bambikina es la nueva gran dama del folklore hispano sin olvidarnos de los muertos de la Guerra Civil, a quienes presenta en calaveras y fosas comunes.
‘El pájaro que trajo el fuego’ evoca un final chaveliano y desencantado con su ‘Paloma negra’. Y en este pájaro que Bambikina defiende con su universo tan particular. Dios, dame fuerza.
Aquella que nos sorprendió con su ‘Pirómana’ ha recorrido todo el continente americano para dibujar su relato. Y continuaremos siguiendo su pista para acompañarla en su periplo. Buscando el fuego.
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