Plasencia acaba de acoger el IX Congreso europeo de la castaña, ‘Eurocasta 2018’, para impulsar la toma de conciencia sobre la importancia de la supervivencia de esta especie en el marco europeo, así como la colaboración de las regiones productoras como medidas para la defensa del sector, la innovación en tratamientos y el establecimiento de estrategias conjuntas para la transferencia del conocimiento, trabajo y tecnología.
Los Encuentros Europeos de la Castaña son anuales y están organizados por la Asamblea de Regiones Europeas de Frutas, Hortalizas y Hortícolas desde el año 2010, una asociación europea creada en el año 2000 por iniciativa de un grupo de regiones españolas, francesas e italianas, y que representa la voz de las regiones productoras de frutas y hortalizas y hortícolas y sus organizaciones de productores en Europa.
El congreso ha estado organizado por la Junta de Extremadura, la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte, la Asamblea de Regiones Europeas de Frutas, Hortalizas y Hortícolas, y Fundecyt-Pctex, y ha contado con la cofinanciación del Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural y del Fondo Europeo de Desarrollo Regional.
En el marco del II Encuentro sectorial de Bioeconomía en Extremadura, ‘Eurocasta 2018’ ha abordado cuestiones clave para el sector, como las nuevas técnicas de cultivo como modelos a seguir e implantar en las zonas productoras de la región, o los modelos cooperativos como caso de éxito en la transferencia de la cadena de valor al sector primario.
Además, ‘Eurocasta 2018’ ha dado a conocer los últimos avances en el cultivo del castaño, así como la realidad del sector en Europa a nivel productivo, comercial y de transformación, promoviendo la colaboración entre las regiones productoras.
El evento también ha servido para mostrar al sector cómo se trabaja la castaña en la central de envasado de la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte, en aras de conseguir un producto de calidad, seguro y respetuoso con el medio ambiente.
El programa ha contado con temáticas diferenciadas, entre las que se encuentran la contribución del castaño al desarrollo de la bioeconomía, las nuevas técnicas culturales para su cultivo, sus aportaciones al desarrollo de las zonas rurales, además de visitas técnicas a plantaciones y demostraciones técnicas de maquinaria de pulverización, recolección y tratamientos con drones.
Así, durante el evento se ha realizado una visita técnica a unas fincas ubicadas en la cabecera del río Ibor, junto a Guadalupe, donde convive el cultivo tradicional del castaño con las nuevas plantaciones. Allí, los asistentes han podido conocer distintas zonas de producción y ensayos demostrativos de maquinaria, entre otras cuestiones.
Por último, los participantes han podido disfrutar de una jornada lúdica en la que han visitado la ciudad monumental de Cáceres.
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