La segunda fase de Contempopranea vuelve a llevar a Alburquerque la mejor música indie .
Nuria Serrano Acedo
El pop volvió anoche a las laderas del Castillo de Luna para los seguidores más fieles que esperaban impacientes el regreso del festival a sus orígenes. Los veteranos Niños Mutantes, los ácidos Pony Bravo y Kokoshca brillan la primera noche en la capital del pop.
Comienza la segunda parte de un Contempopranea muy reivindicativo. A las 7 se podía ver a grupos descargando el equipaje de los coches, la terraza de la hermita acogiendo a público poco a poco y la oficina de turismo recibiendo a los primeros seguidores que querían hacerse con la pulsera de esta edición.
«Contempopranea es de Alburquerque, no de Badajoz» es lo que se podía escuchar por parte de algunos de los fieles seguidores, que señalaban que la originalidad del festival, defendiendo que tiene sus características propias, que le hacen único y que de ninguna forma eso tenía que perderse. Sin embargo, y como estamos acostumbrados pudimos observar un público entregado en las laderas, a pesar de la polémica que ha suscitado la XIX edición.
La noche comenzaba con DJ L’espiral que rompía el hielo, y lo hizo con una selección de los mejores temas para ir calentando el ambiente. Muchos eran los que se acercaban aproximadamente a las 9 y media a comenzar la noche bailando algunos de los grandes éxitos del pop indie. Sin duda una gran elección para comenzar con buen pie la edición de Alburquerque.
La frescura y las ganas de Kokoshca fueron todo un acierto. Conquistaron y convencieron a los presentes con una actuación en la que se entregaron de manera absoluta. Maravillosos, algunos descubrieron en ellos un nuevo grupo a quien seguir conociendo, sin duda uno de los mejores directos de la noche.
A continuación Supertennis y el mono radiactivo llegaban a la ladera haciéndose notar. Aunque son un grupo de reciente creación, poco a poco van abriéndose paso con las ganas que le ponen a todo lo que hacen. Sus canciones pegadizas, el arreglo de las guitarras inspirado en grandes grupos del indie nacional y sus melodías diferentes hacen que este grupo se esté abriendo paso sin prisa, pero sin pausa, en el panorama nacional.
Maika Makovski mantuvo el nivel de la noche. Un directo lleno de fuerza combinado con una gran puesta en escena fueron el acierto de este grupo que convenció mucho al público. El recinto cada vez más lleno disfrutó y cantó sus temas. Sin duda Maika, repetirá en próximas ediciones porque como vimos anoche, Alburquerque ya es su sitio.
Los siguientes en llegar fueron los esperados Russian Red, que llenaron un recinto donde les esperaba un público impaciente. Una gran selección de temas, entre los que aparecieron sus grandes éxitos, no dejaron indiferente a nadie. Sin duda una gran actuación a la altura de la talla de este grupo, que disfrutó y nos hicieron disfrutar.
Los Niños Mutantes son veteranos, y eso se nota. Tienen completamente conquistado al público de Contempopranea, porque saben hacer un gran directo y complacer a sus seguidores con éxitos como «Hundir la flota» o «Errante» temas conocidos y cantados por todos. Marcaron el punto de inflexión de la noche, con un estilo diferente y muy cómodos en el escenario. Un sonido inmejorable es el que siempre tienen en el festival, que ya es como su casa.
El peculiar pop de Pony Bravo convenció mucho a los presentes. Una actuación diferente, combinada con una gran iluminación y la interacción con el público fueron las claves de su éxito. Unas letras transgresoras con ritmos muy divertidos fueron los que pudimos disfrutar anoche. Destacar las maravillosas voces de este grupo, que daban a todos sus temas ese toque especial. Sin duda esperamos que repitan en Alburquerque muchos años más.
Y por último, DJ Digital 21 cierra la noche y despide a un público que sigue con ganas de más. Esta noche podremos disfrutar de Klein, León Benavente, La habitación Roja, Automatics, Ama y Exsonvaldes. Aún queda mucho Contempopranea.
