La sala El Brocense de la Diputación de Cáceres está abierta hasta el día 12 de febrero en una campaña de la Plataforma Refugiados Cáceres para recoger alimentos y productos diversos.
Durante la presentación de esta campaña, el vicepresidente primero de la Diputación de Cáceres, Fernando Grande, manifestó su voluntad de «ayudar a los más de 60.000 refugiados a las puertas de una Europa que parece que les ha dado la espalda».
Además de la recogida de alimentos, la sala muestra estos días fotografías realizadas en Grecia por la voluntaria extremeña Patricia Solís, que ha regresado recientemente de Atenas. Solís considera que es necesario hacer llegar al público la realidad en la que viven los refugiados, y a quienes van a ir dirigidos estos alimentos. Solís califica las condiciones en las que viven estos refugiados como «absolutamente horribles, porque allí hombres, mujeres y niños llegan a vivir noches a 22 grados bajo cero, y no son refugiados -se lamenta- porque no tienen refugio, están varados».
Esta situación ha llevado a la Diputación a realizar un llamamiento, no solo a los cacereños, sino también las instituciones, con el fin de solventar la situación en la que viven los refugiados. Fernando Grande recordó que «no se está cumpliendo las previsiones, porque un año después no llegamos ni a 9.000, y lo mismo ocurre en nuestro país, que de los 17.300 que se iban a recibir, a día de hoy no llegamos ni a 900», en referencia al acuerdo adoptado por la Unión Europea en 2015, en el que se estableció la acogida de 160.000 refugiados. Esta situación, según el propio vicepresidente, implica una obligación moral para la Diputación de apoyar esta campaña.
