Esta baraja de cartas, diseñada por el artista extremeño Gamero Gil, ha sido ideada para enseñar a los niños los derechos humanos fundamentales de una forma sencilla.
Esta baraja consta de 32 cartas básicas y ocho comodines. Cuatro cartas forman una familia, compuesta por un bebé, un niño, una niña y un grupo de niños y niñas. Cada uno de los personajes representados en estas cartas muestra un instrumento típico de cada familia o país, y en la parte inferior aparece escrito un derecho fundamental de la infancia. Los comodines están formados por un grupo de niñas y niños de todas las familias, formando una gran orquesta internacional y solidaria.
A través del juego se pretende inculcar a los niños la defensa de estos derechos, a través de los que se puede conseguir un desarrollo humano sostenible, justo e igualitario, al tiempo que aprenden que la cultura y la educación son las mejores herramientas frente a la marginación y el racismo.
Se lanzará una edición especial de 1.000 unidades, que se venderán a un precio de 5 euros, y cuyos beneficios serán destinados a enviar instrumentos musicales para los niños de los campos de refugiados de Siria y para la Kamuli Community Brass Band de Uganda.
