Así, de esta guisa, conocimos el año pasado por estas mismas fechas a María y Antonio.
Estábamos, como ahora, en Albufeira, y vi un cartel anunciando la feria medieval en Silves. Se lo dije a Sebastián, y allá que fuimos.
Entrar en Silves en esos días es darte un baño de historia. Toda la ciudad está ambientada para que veas, y si quieres vivas, cómo vivían moros y cristiano en la Edad Media.
Durante nueve días, Silves, la capital del Algarve durante la ocupación árabe, vuelve a su edad de oro. En una recreación histórica de la época de la reconquista cristiana, la ciudad está invadida por personajes de otros tiempos, como saltadores, malabaristas, bailarines y encantadores de serpientes que muestran sus habilidades.
En 1189 la ciudad estaba dominada por los almohades, una tribu bereber que se organiza a partir de Marruecos con el objetivo de unificar el imperio musulmán, algo fragmentado, tras el intento reunificador perpetrado sin éxito de los almorávides.
Al frente de la ciudad está Abu Becre Ibn Wazir, a quien los cruzados llamaban Albainus. Aparentemente era hijo de Mahomed Ibn Wazir, señor de Évora, que también gobernó Beja, Silves y Badajoz.
No os perdáis esta oportunidad y mirad una lección de historia en vivo en la que asistiréis a procesiones nobles, torneos de caballeros y arquería, artesanos y comerciantes vendiendo sus productos.
Pues como os iba diciendo, fuimos, pero sin saber que habia tanto que ver, llegamos tarde. Dimos una vuelta y sugerí a mi pareja la idea de ir otro día con más tiempo. Cuando ya nos marchábamos vimos a María y Antonio y les pedimos una foto con ellos. Aceptaron encantados y en un momento, nos presentamos.
Tengo la costumbre de presentarme al completo, es decir, nombre y dos apellidos.
– ¡ Anda! Yo también me apellido Palma- dijo Antonio.
– A ver si al final vamos a ser primos- comenté entre risas.
Sea como fuere, quedamos con ellos para otro día y nos acompañaron a vestirnos de medievales. Nos invitaron a cenar y después a unas copas. Desde ese momento se ha fraguado una bonita amistad que cultivamos gracias a Facebook.
Este año, de nuevo volvemos al siglo XII. Ya os contaré cuando regresemos al XXI.
Me hace mucha ilusión la visita.
Julia Cortés Palma
