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Episodios nacionales de la discafobia. Episodio 2: ¿Por qué yo? O cuando el Trabajo Social es un muro en vez de un elemento facilitador. Víctor Villar

Episodios nacionales de la discafobia. Episodio 2: ¿Por qué yo? O cuando el Trabajo Social es un muro en vez de un elemento facilitador. Víctor Villar
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En esta segunda entrega de esos ‘Episodios Nacionales de la Discafobia’ quiero abordar un tema que hasta ahora parece intocable: la función del Trabajo Social en la estructura de la maquinaria administrativa.

Para ello, os pondré como ejemplo un caso que nos ocurrió, a mi compañera y a mí, con la Trabajadora Social de nuestro CEAS al ir a pedir las Ayudas de Urgente Necesidad de nuestro Ayuntamiento de Burgos.

En este caso, dividimos nuestras quejas en tres apartados: jurídico, social y personal.

Nuestra argumentación jurídica está basada en las Bases del Ayuntamiento de Burgos que regirán el procedimiento para la concesión de prestaciones económicas destinadas a la atención de personas con necesidades básicas de subsistencia en situaciones de urgencia social (C.V.E.: BOPBUR-2021-00424, publicado el miércoles, 3 de febrero de 2021).

La señora Trabajadora Social, jurídicamente, nos mintió en varios aspectos que aquí enumeramos:

  • 1.1.- Mintió en la finalidad y los objetivos de esta prestación:
    • Artículo 3, apartado A, párrafo 3: “Esta prestación va dirigida a atender de forma temporal la cobertura de las necesidades básicas de subsistencia, tanto por razones sobrevenidas como por falta continuada de recursos, de aquellas personas que no puedan hacer frente a gastos específicos, considerados necesarios para prevenir, evitar o paliar situaciones de exclusión social y que no puedan ser sufragados por sus medios, ni desde otros recursos sociales, ni en ese momento a través de la ayuda de terceros obligados legalmente, asumiendo, no obstante, el compromiso de solicitar dicha ayuda”.
    • Artículo 10.4, párrafo 5: “– Obligaciones económicas inexcusables, derivadas de la ocupación como propietario o arrendatario de vivienda (electricidad, agua, gas y comunidad)”.
  • 1.2.- Mintió sobre lo que se considera unidad familiar:
    • Artículo 7, párrafo 2: “Se considerarán unidades familiares, a los efectos de esta prestación, las constituidas por dos o más personas que convivan en el mismo hogar, unidas por matrimonio u otra relación estable y acreditada análoga a la conyugal, o por adopción, tutela y acogimiento legal o parentesco hasta el 2º grado de consanguinidad o afinidad”. Por lo tanto, mintió sobre los límites de ingresos; deberían contar solamente los ingresos de la persona propietaria del inmueble, 645 euros al mes, actualmente algo más por la subida temporal de las pensiones no contributivas.
  • 1.3.- Nos mintió sobre la obligación familiar de ayudarnos al ser personas adultas no incapacitadas legalmente. Por lo tanto, esa supuesta obligación legal es inexistente.

A nivel social y personal, es decir, como colectivo de personas con discapacidad y como personas usuarias, nos ofendió de las siguientes formas:

  • Insultó nuestra capacidad, hablándonos como personas con poca capacidad intelectual e intentando engañarnos en los puntos que hemos especificado en el apartado anterior.
  • Nos insultó insinuando que somos personas que aprovechan el sistema de ayudas sociales en nuestro beneficio al lanzar reiteradas sospechas sobre nuestro proceder, como dejar de pedir temporalmente otras ayudas que ni siquiera pertenecen al Ayuntamiento, sino a entidades privadas, aunque subvencionadas por el Gobierno central y cuya cuantía no supera los 9 o 10 euros.
  • Insultó a nuestras familias, ya que, según su razonamiento, supuestamente habrían abandonado a dos personas con necesidades económicas, cuando no sabe la situación económica y social de esas familias, lo cual nos parece altamente irresponsable en una trabajadora social. Además, repetimos, nuestras familias no tienen (repetimos, no tienen) la obligación legal de ayudarnos económicamente.

En resumen, el comportamiento de esta Trabajadora Social ha sido inexacto, irresponsable e irrespetuoso.

No creemos que la labor de una profesional del Trabajo Social sea hacer de barrera presupuestaria, sino de elemento facilitador para la ciudadanía.

Por último, no creemos que el Estado del Bienestar deba basarse en no dejar morir a la ciudadanía, sino en garantizar una igualdad de oportunidades. Lo contrario sería caridad.

Tampoco creemos que este Estado del Bienestar deba contar con el colchón familiar del ciudadano, ya que cada persona es un ente propio, en el caso de las personas con discapacidades no respetar eso va en contra de nuestra autonomía personal. Por otro lado, ignora las circunstancias familiares de esas personas, ya que puede haber problemas de adición, maltrato, violencia machista, etc.

Por todo ello, pedimos al Ayuntamiento de Burgos y al Colegio de Trabajadores y Trabajadoras Sociales de Burgos, que se amonestase y se sancionase a esta profesional. Y preferentemente que se la apartase de su puesto, ya que no miraba por el beneficio de las personas que atendía, sino, muy al contrario, intentaba bloquear la tramitación de ayudas. Nuestras quejas cayeron en saco roto, solamente contestó el Colegio de Trabajadores y Trabajadoras Sociales de Burgos, de manera corporativa, diciendo que no veían motivo para una sanción y que su compañera había actuado bien.

Desde ese momento fui consciente de dos cosas: la indefensión de la ciudadanía, sobre todo la que tiene algún tipo de discapacidad, ante la Administración; y, por otro lado, la idea de ‘beneficencia’ que se tiene del Estado del Bienestar, incluso en administraciones supuestamente de izquierdas, como el Ayuntamiento de Burgos. Esto último, me lo confirmó el propio alcalde, hace años, con la frase: “Los Servicios Sociales son para gente pobre”.

Todo ello me llevó a tomar dos decisiones:

  1. Empezar a planificar un negocio de asesoría social y laboral. Os podéis informar de él en esta página web o por correo electrónico. En él, en lo que se refiere a personas individuales con discapacidad, intentaré ahorrarles pasar por malas experiencias como esta o similares, ahorrándoles tiempo y disgustos, defendiendo administrativamente sus intereses.
  2. Intentar presentarme este próximo año 2023 a las elecciones municipales, bajo las siglas del Partido Socialista Libre Federación (PSLF), para cambiar, entre otras cosas, esto. Las personas que estéis interesadas, podéis contactar conmigo por correo electrónico

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