Buscar

Pandora y la esperanza. Grada 151. Cristina Alonso

Pandora y la esperanza. Grada 151. Cristina Alonso
Detalle de ‘Pandora’, de Lawrence Alma-Tadema
Léeme en 2 minutos

Uno de los numerosos trabajos de ventas casa a casa que realizó mi madre al inicio de su trayectoria profesional fue el de libros y enciclopedias. Concretamente era distribuidora de la Editorial Marín.

De esta forma me fui leyendo tomo a tomo una de estas enciclopedias que se llamaba ‘Gran Mundo Infantil’. Los ocho tomos eran de un azul intenso, contaban con hojas desplegables y ‘transvisiones’. Lo más moderno y novedoso que se despachaba en ese momento. Así, salvo el tomo número 8, que me estaba vetado por tratarse de sexualidad y adolescencia, los demás fueron cayendo uno tras otro.
Y traigo a colación esta enciclopedia porque mi primera ‘interacción’ con Pandora fue en uno de estos volúmenes. Con esa caja que cerró dejando a la esperanza dentro.

En este ‘annus horribilis’ que ha sido 2020 me he acordado mucho de la caja de Pandora y de la esperanza.

Desde ahí, desde la esperanza, mi equipo y yo hemos podido este 2020, además de llevar a cabo nuestra actividad habitual:

  • Ayudar a varias pymes a preparar sus ERTE y a conseguir financiación, ayudas y recursos.
  • Ayudar a los trabajadores de esas pymes a cobrar sus prestaciones por desempleo.
  • Mentorizar en el área financiera a más de 15 startups de carácter tecnológico dentro de la iniciativa Extremadura Open Future, de Telefónica y la Junta de Extremadura.
  • Tutorizar en el área financiera a más de 15 proyectos sociales que quieren iniciar su andadura como empresa con ODS muy claros.
  • Realizar nuestras primeras incursiones en el mundo de las ponencias, charlas y cursos online.
  • Preinscribirme en un curso maravilloso de Experto Universitario en la Universidad de Extremadura (LiCloud) para aprender a utilizar herramientas y estrategias didácticas para esta enseñanza online.
  • Mentorizar a otras mujeres.
  • Imaginarme e iniciar un estupendo proyecto de sororidad en cadena; presto mi ayuda profesional a una mujer que lo necesite y el pago es que ella ayuda a otra. Si al año colaboro con cinco mujeres y estas, a su vez, con otras cinco, ¿os imagináis la maravillosa repercusión que podría llegar a tener? Yo ya he empezado.

ENTRADAS RELACIONADAS

Dos nuevos centros especiales de empleo han comenzado su actividad en la localidad pacense de Villafranca de los Barros, impulsados...
Qué son las ayudas de mínimis (y por qué te interesan) Las ayudas de mínimis son apoyos públicos de ‘pequeña...
El ‘Programa Futuro’, impulsado por Fundación CB, acaba de concluir sus actividades en el casco antiguo de Badajoz, arrojando una...
Cajalmendralejo continuará impulsando la actividad emprendedora en la provincia de Cáceres tras la renovación de su convenio de colaboración con...
El grupo de investigación ‘Reproducción y Espermatología Equina’ de la Universidad de Extremadura trabaja en identificar qué bacterias habitan de...
Nací en Badajoz el 18 de diciembre de 1974 a las 10.00 horas, aproximadamente, según me ha contado mi madre....

LO MÁS LEÍDO