El pasado 31 de enero la Asociación de Gestión Cultural de Extremadura celebraba su trigésimo aniversario con una gala que prometía festejar con todes sus socies el trabajo realizado a lo largo de las últimas tres décadas, además de seguir, si no intensificar, las reivindicaciones de todo lo que aún está por hacer.
La noche contó con una siempre divertida y cercana Nuqui Fernández como maestra de ceremonias de un evento producido y dirigido por Francis Reina y regado con las actuaciones de ‘Swing Ton ni Son’, ‘Inés la payasa inesperada’, Irene Naranjo y ‘Bambikina’ en el emeritense centro cultural Santo Domingo.

Se sumaron los agradecimientos a aliados institucionales como la Junta de Extremadura, diputaciones de Cáceres y Badajoz, la Fempex, Ayuntamiento de Mérida y la Asamblea, para dar paso al reconocimiento a diferentes socies que han representado y representan el buen hacer de un sector que, a pesar de lo avanzado, aún debe luchar por la dignidad de sus profesiones. Andrés Balsera, Maribel Collado, Constantino Cabello, Teodoro Gracia, Magda García Arenal, Isidro Timón, Guadalupe Durán y Martín Carrasco completaron la nómina, con sendos discursos que apelaban a la cultura como derecho fundamental, tanto en su consumo como en su práctica.

Dicho esto, y dada la naturaleza artística de esta sección, no queremos dejar de hablar, aunque sea brevemente, acerca de cómo Agcex se viene relacionando con esta disciplina. Quedó patente en la gala, en primer lugar, con el reconocimiento al comisario y crítico de arte del diario Hoy Martín Carrasco, por su larga trayectoria, junto a la no menor relevancia de Manolo Acedo, prolífico artista extremeño, que fue el encargado de crear una obra única que hiciera las veces de premio para todos estos agradecimientos. Pero, además, si tiramos de archivo, son varios los proyectos con los que Agcex se ha adentrado en la defensa y difusión de esta disciplina, desde aquel ‘Arte en Común’ itinerante que truncó la pandemia en su cuarta edición hasta los anuales ‘Encuentros de Pintores en la Naturaleza’, pasando por ‘Siberia Cultura’, que hace poco más de un año llevó arte contemporáneo y mediación a poblaciones de la Siberia, desde un formato que unía participación y residencias artísticas.
También es cierto que la incidencia de esta entidad en Extremadura destaca principalmente en el teatro (con permiso de las incunables ‘Campañas de Fomento a la Lectura’), lo cual no deja de ser un reflejo veraz del sector cultural en la región (y a su vez de la masa de socies de Agcex) donde las artes escénicas están mucho mejor organizadas y asistidas que cualquier otra disciplina, gracias a la conciencia de sus profesionales y a partir de la apuesta específica de un antiguo consejero de Cultura que, hace ya décadas, quiso priorizar su estructura profesional a largo plazo.

Mientras esperamos a que llegue algún responsable político con esa misma voluntad y arrojo para las artes visuales extremeñas, confiamos en y luchamos por que Agcex, junto a otras entidades de representación específicas, como Avaex o IAC Extremadura, sigan trabajando en esta senda, que esperemos vaya creciendo en relevancia, hasta igualar en derechos y apoyos a todas las profesiones de la cultura en la región.