Hay personas que en su diario sienten apatía, falta de energía, desmotivación y melancolía, en ocasiones, provocado por compararse previamente con otras personas y darse cuenta de que no están llevando la vida que habían soñado; quizás el trabajo que tienen no es el que anhelaban, la pareja no es la ideal, hay problemas familiares continuos, y todo ello les hace muy infelices.
La realidad es que si, al preguntarte si eres feliz no sabes qué contestar, hay algo que debes cambiar en las diferentes esferas de tu vida.
Para identificar si estás en equilibrio en los diferentes contextos de tu vida (personal, pareja, familiar, laboral/académica y social) lo primero que debes hacer es una lista con los pros y contras que existen en cada uno de los ámbitos marcados anteriormente.
Seguidamente, quiero que detectes si están en armonía o hay algún conflicto, y si la respuesta es que hay un desequilibrio, que te preguntes qué debes hacer para cambiarlo (tendrás que valorar si depende de ti o de algo externo). Si depende de ti podrás cambiarlo, pero en ocasiones hay cosas externas que no podemos cambiar y tendremos también que aprender a tener paciencia y esperar los cambios.
Al evaluar cada área que te preocupa deberás hacer un replanteamiento de tu vida para valorar si estás donde querías estar o no. En ocasiones, por miedo a que nos vaya mal en otro lugar, no probamos suerte fuera de nuestra zona de confort, fuera de nuestra ciudad, amistades, familiares… Quizás al lanzarte con valentía y coraje, como un acto de fe, pueden abrirse las puertas para comenzar un cambio en tu vida y empieces a vivir plenamente una vida que ni te esperabas.
El miedo paraliza, pero el coraje da el impulso para seguir avanzando hacia la meta marcada. Date la oportunidad e ilusiónate con nuevos proyectos y metas, asegurándote de que son realistas. Si son factibles, implícate con ellos, verás como pronto sientes energía, motivación, alegría, y aumenta tu ilusión porque tus sueños se hacen realidad.