El Palacio Haza de la Concepción, propiedad de la Diputación de Cáceres y gestionado por la empresa extremeña Lalamala, ha comenzado una nueva etapa como hotel rural de cuatro estrellas verdes y restaurante de alta cocina tras una profunda rehabilitación enfocada en el turismo sostenible y la dinamización del entorno rural.
Situado en un enclave privilegiado dentro de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, en el término municipal de Malpartida de Plasencia, el hotel dispone actualmente de 14 habitaciones con capacidad para 28 huéspedes, que se ampliarán en el futuro hasta 36 plazas con la incorporación prevista de dos apartamentos. El conjunto cuenta con piscina, salas de reunión y espacios para eventos, rodeado de jardines y dehesas centenarias, ofreciendo un entorno único para los visitantes. Está previsto también incluir próximamente un gimnasio para ampliar la oferta de bienestar.
Por su parte, el restaurante Zagala, dirigido por el chef extremeño Roberto Santos, propone una cocina de autor basada en productos locales de Extremadura, combinando tradición y creatividad con un respeto profundo por el entorno y el apoyo a los productores locales.
La Diputación de Cáceres ha invertido más de cuatro millones de euros en la remodelación integral de este conjunto de edificaciones construido a principios del siglo XX por la familia De Silva, vinculadas a la historia agrícola y ganadera de la comarca. Originalmente, la finca incluía un palacete principal y construcciones anexas de viviendas y usos agropecuarios. Además, conserva elementos singulares, como los antiguos secaderos de tabaco y pimiento, convertidos hoy en un centro de interpretación.
La finca, adquirida por la Diputación en 1970, cuenta también con viveros de plantas y arbolado que se destinan a municipios de la provincia, demostrando un compromiso con el desarrollo rural integral más allá del turismo.
El hotel se concibe como un proyecto dinámico y en constante evolución, que integra actividades para enriquecer la experiencia de los huéspedes y generar impacto positivo en el entorno rural. Entre las actividades destacan el astroturismo con observación de estrellas, rutas de senderismo y cicloturismo por la dehesa y la reserva, birdwatching, visitas guiadas, talleres de cocina y catas de productos locales, paseos a caballo, rutas en 4×4, y jornadas gastronómicas y culturales, además de experiencias de bienestar y yoga al aire libre.
El presidente de la Diputación, Miguel Ángel Morales, destacó en la inauguración que la finca, además de su valor histórico y natural, dispone de ganado autóctono como la raza Blanca Cacereña y Avileña Negra Ibérica, en peligro de extinción, impulsando así la mejora ganadera, el empleo rural y el mantenimiento de la población local. También resaltó que esta iniciativa público-privada permitirá crear empleo y riqueza en la zona, siendo un motor económico clave para el norte de la provincia de Cáceres y para Extremadura, debido a su proximidad a puntos turísticos y al acceso desde Madrid.
Por su parte, María Luisa Rodríguez, en representación de Lalamala y como directora del hotel, subrayó que se trata de un proyecto “con alma y raíces”, volcado en formación, arte, artesanía, naturaleza y proximidad con agricultores y ganaderos locales. Su objetivo es ofrecer un servicio de calidad sencillo y cercano, sin necesidad de un gran lujo, para que cada visitante experimente la esencia de Extremadura en un marco sostenible y respetuoso con la cultura y el medio ambiente.
Este nuevo hotel rural se presenta así como un referente en la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, combinando patrimonio histórico, gastronomía de calidad, actividades vinculadas a la naturaleza y desarrollo sostenible.

El festival también incluye un amplio programa de actividades paralelas durante el mes de noviembre, como el programa ‘Cine y escuela’ en el Centro Cultural Alcazaba, con proyecciones para escolares; el taller práctico ‘Diseñar para la cámara’, impartido por el director de arte Damián Galán Álvarez, los días 8 y 9 en la Sala Trajano; un concierto el 16 de la Banda de Música de Mérida en el Centro Cultural Alcazaba; o la exposición de los 20 carteles oficiales del festival del 17 al 30 de noviembre en el mismo espacio.