La Hermandad de San Francisco de Hornachos ha dado a conocer, de la mano de Luis Penco, a través de la revista de las ferias y fiestas, la reciente restauración de la imagen del Santo Cristo de la Sangre, una pieza de gran valor artístico e histórico cuya devoción en la localidad ha estado tradicionalmente vinculada a la fiesta de la Cruz, celebrada cada 3 de mayo.
La intervención ha sido llevada a cabo en los talleres de la restauradora fontanesa Fátima Merchán, quien ha destacado la singularidad de la escultura: una talla elaborada en el siglo XVI con la técnica de pasta de maíz, originaria de Michoacán (México).
Este procedimiento, empleado por los pueblos indígenas purépecha antes de la llegada de los españoles, fue posteriormente adaptado a la creación de imágenes religiosas católicas tras la evangelización del continente.
Se trata de una escultura de bulto redondo, policromada y hueca en su interior, lo que le otorga una notable ligereza (no supera los cinco kilos de peso) en comparación con las tallas en madera. Representa a Cristo en el momento de la crucifixión y conserva elementos originales como el paño de pureza tallado, aunque hoy luce un faldellín de tela.
La restauradora subraya que la obra se encuentra en un estado de conservación delicado, especialmente en lo que respecta a su estructura, lo que hacía imprescindible una intervención para garantizar su preservación. En Extremadura apenas se conservan ejemplos de este tipo de imaginería americana, aunque existen casos documentados en Fuente del Maestre y Los Santos de Maimona.
Tras su restauración, el Santo Cristo de la Sangre permanece expuesto de manera especial en la iglesia de San Francisco hasta el próximo 4 de octubre, fecha en la que, con motivo de la festividad del santo, se celebrará una jornada de bienvenida antes de devolver la imagen a su lugar de origen. La presentación de la imagen será el 2 de octubre, el primer día del Triduo a San Francisco.
La Hermandad de San Francisco invita a vecinos y visitantes a contemplar esta valiosa talla y a participar en las fiestas patronales, en las que, como recordaba San Francisco de Asís, la comunidad desea compartir un mensaje de “Paz y bien”.
En cuanto al apoyo económico para la restauración, ha sido financiada por un convenio entre la Diputación de Badajoz y el Arzobispado de Mérida-Badajoz.