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Él ocupaba una butaca un par de filas delante de mí. Un niño que está empezando a ser un adolescente. De vez en cuando apoyaba su cabeza en la de su mamá, la besaba con ternura y jugaba. Con toda su simpatía se levantaba, aplaudía y saludaba. Era libre, virtuosamente libre y feliz y, aunque él no lo supiera, también protagonista sobre el escenario. Porque él, y todos quienes son como él, usuarios de Apnaba, eran los protagonistas en una noche irrepetible.
Lo que nació como el empeño de unos padres que buscaban atención para sus hijos es, 35 años después, una hermosa realidad con un enorme potencial de crecimiento. Y nos invitó a celebrarlo con una bonita gala en el teatro López de Ayala de Badajoz.
En una velada inolvidable, que contó con la participación de artistas como Amalia Toboso, Juan Antequera, Marta Prieto, Diván du don y Pedro Monty, tomaron la palabra las personas e instituciones galardonadas por su labor a favor de Apnaba.

Fue el presidente de Apnaba, Román Robles, quien intervino en primer lugar, para agradecer la asistencia del público y la tarea de quienes hicieron posible la gala. También recordó aquel lejano 1990, cuando solo contaban con una terapeuta, y cómo han llegado a los 140 profesionales que atienden a más de 400 usuarios a diario, con servicios como atención temprana, escuela de padres y hermanos, respiro familiar, etc. Además, destacó lo novedoso del servicio de detección temprana, con los beneficios que aporta la atención temprana a las personas con TEA. Apnaba fue el germen, y ahora ya coexisten muchas otras asociaciones en la Federación Extremeña de Autismo, que entre otras cosas han hecho posible la existencia de muchas aulas para niños autistas en los colegios públicos. “Para todos ellos nuestro agradecimiento”.
El reconocimiento de Román Robles se hizo extensivo a las personas e instituciones homenajeadas esa noche: Consuelo Rodríguez y Ana María Franco Melara, ya fallecidas, el pediatra Enrique Galán Gómez, Juan Alfonso García Rico, Fundación CB, el Ayuntamiento de Badajoz, la Diputación de Badajoz, la Policía Nacional y la Guardia Civil. “Todos han hecho mérito para que hoy se lo reconozcamos”.
No podían faltar los agradecimientos al personal de Apnaba por su labor y entrega, aportando calidad de vida a los usuarios; y a los directivos, por su ayuda desinteresada. Tuvo también un recuerdo para las personas que han pasado por la asociación y han fallecido, con especial mención a los usuarios, personalizada en Luis Alfonso, Mario, Carlos, Alberto Chacón, Alberto González, Alejandro y Juan Carlos; y para Guillermo Fernández Vara, gran defensor de Apnaba e impulsor del centro regional para personas con autismo, ahora en construcción en Badajoz.
Román Robles terminó su intervención inicial con un ruego: “esta asociación, reconocida como defensora de la paz, no puede permanecer callada ante la crueldad de las guerras actualmente en curso, donde las consecuencias más penosas siempre las sufren las personas con discapacidad, especialmente aquellas que por su bajo nivel cognitivo no pueden siquiera buscar un refugio o pedir un poco de comida. ¿Se imaginan cómo lo estarán pasando sin entender nada de nada? Pedimos a los que tienen el poder que abandonen las armas y se entiendan con el diálogo. Sé que mis palabras difícilmente saldrán de este teatro, pero no por ello vamos a dejar de reclamar que paren estas crueles masacres”.
El jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Badajoz, Juan Manuel Delgado Fuentes, recogió el galardón ‘Kilómetros de solidaridad’ otorgado a la entidad por su colaboración en la organización de carreras benéficas, y agradeció el reconocimiento dado a “un grupo de compañeros que sin tener experiencia creímos en el proyecto y decidimos embarcarnos en él”. “El verdadero regalo ha sido conocerlos a ustedes, padres que se implicaron en un proyecto para que sus hijos tuvieran una oportunidad. Nos han transmitido una energía que nos hizo creer y salir adelante. Les deseamos muchos años de vida, fuerza y energía porque necesitamos muchas personas como ustedes y creer en el futuro que ustedes están construyendo. Cuenten siempre con el apoyo de la Guardia Civil”, recalcó.
El comisario jefe de Operaciones de la Policía Nacional en Extremadura, Manuel Luis Vega, recogió el galardón otorgado a la entidad. Agradeció la invitación, al tiempo que recordaba que Apnaba fue la destinataria del concierto benéfico con motivo del segundo centenario de la Policía.
El diputado delegado de Cultura de la Diputación de Badajoz, Ricardo Cabezas, recibió el galardón ‘Puentes de solidaridad’. “Recibir este galardón es una enorme responsabilidad, porque detrás de estos 35 años de Apnaba hay compromiso, lucha, ternura, conocimiento y capacidad para asegurar los derechos de las personas”, expresó. “Apnaba es un faro para muchas familias que han encontrado en ella acompañamiento, comprensión y esperanza. Y la Diputación de Badajoz se siente muy orgullosa de haber colaborado en momentos y proyectos que reflejan ese espíritu, como la edición del libro ‘Te ayudamos a entender el autismo’ un manual en forma de historia que acerca realidades, rompe prejuicios y sobre todo da voz a quienes mejor conocen lo que significa convivir con el autismo. También hemos compartido iniciativas formativas, campañas de sensibilización y programas destinados a mejorar la calidad de vida y la inclusión de las personas con TEA, trastornos del espectro autista, y sus familias, tanto en municipios grandes como en los pequeños, donde el apoyo institucional es tan necesario. Sabemos que nunca es suficiente y que siempre quedará camino por recorrer, por eso reafirmamos nuestro compromiso de seguir incrementando los recursos destinados a políticas sociales, porque cada avance se traduce en más oportunidades, más autonomía y más bienestar para quienes más lo necesitan”, continuó. “El detalle que hoy recibimos pertenece a quienes trabajan cada día desde la Diputación por una provincia más inclusiva, más justa y humana. Pero sobre todo pertenece al tejido asociativo, por recordarnos que la empatía y la colaboración son las herramientas más poderosas para construir comunidad. Gracias por permitirnos caminar a vuestro lado, y que los próximos años sean aún más fructíferos”, concluyó.
El Ayuntamiento de Badajoz recibió un reconocimiento por la donación de los terrenos donde radica la sede principal de Apnaba. Recogió el galardón ‘Apoyo a la inclusión’ la concejala de Juventud y Educación, Mariema Seck Moreno, quien agradeció el reconocimiento, “que es un gesto hacia toda la ciudad. 35 años son suficientes para mirar atrás y ver cuánto habéis conseguido en un camino no fácil pero sí constante, hecho desde la unión, la entrega y un amor inmenso a lo que hacéis”. “Hablar de Apnaba es hablar de confianza, de resultados, de compromiso y de una forma muy especial de entender qué es la inclusión. Y hablar con la certeza de que nadie merece quedarse atrás. Fuisteis pioneros, habéis abierto puertas, derribado muros y demostrado con hechos que la inclusión es posible cuando se cree en las personas y se trabaja con los recursos necesarios. desde el ayuntamiento reafirmamos nuestro compromiso con la inclusión, la accesibilidad y con todas las entidades que hacen que nuestra ciudad sea un poco más justa, más simpática y humana. Juntos seguiremos avanzando”, añadió, para continuar agradeciendo a los profesionales de Apnaba su dedicación y entrega “con una generosidad que emociona”. “A todas las entidades del colectivo, gracias por creer en la inclusión real. Y gracias especialmente a las familias, que vivís cada día con una paciencia, una entrega y un amor infinito. Que celebráis cada pequeño logro como lo que es, una gran victoria, y que hacéis del cariño vuestra herramienta más poderosa. Gracias por no rendiros nunca, por enseñarnos todo lo que significa el verdadero amor y recordarnos que la ilusión comienza en vuestro hogar. Gracias también a Apnaba por estos 35 años de entrega, de empatía y de esperanza y por recordarnos que cada persona, con sus capacidades, sus fortalezas, sus sueños, que son muchos, tienen un lugar en nuestra ciudad. Enhorabuena por este aniversario y adelante con todo lo que está aún por venir”, concluyó.
El premio ‘Valores humanos’, que se otorgó a Fundación CB, lo recogió su presidente, Emilio Vázquez, quien agradeció el galardón: “tiene para mí una muy especial significación, por ser presidente de una fundación que llamamos ‘de la gente’. Solo cumplimos uno de nuestros ideales en la Fundación, entregarnos a la acción social, tan importante para la vida de nuestra sociedad. Pero desde el punto de vista personal, para mí tiene algo más especial. Conozco a Román desde hace muchos años, cuando jugábamos al fútbol en nuestro barrio. Tuve el honor de dirigir una de las instituciones más importantes que ha tenido Badajoz, los hogares provinciales. Román se me acercó un día y me explicó su gran problema. Un problema que me cogió desprevenido porque yo había estudiado el autismo en mi época de estudiante de Salamanca como un capítulo de las psicopatologías que dábamos en la facultad. ¡Y cuánto aprendí con él! Empezamos a tener una relación muy, muy intensa, porque la asociación había nacido poco antes. No tenían sitio donde meterse. Y gracias a la Diputación habilitamos un espacio en un lugar para 1.000 niños pero que se había quedado sin uso. Fueron sus primeras instalaciones estables. Y qué gloria ver ahora lo que ustedes tienen y lo que van a seguir haciendo. Muchas gracias, Román, y a todos cuantos han estado a su alrededor; gracias también a las familias y que toda esta ayuda pueda llegar allá donde haya un niño que la necesite”.
Ana Clara y Cristina Alonso Franco recibieron el Galardón ‘Compromiso social’ otorgado a su madre, Ana María Franco Melara, a título póstumo: “Gracias en nombre de nuestra madre. Ella no era mucho de eventos sociales, pero sí le gustaba organizarlos. Aunque estoy segura de que, si hoy Román se lo hubiera pedido, ella estaría aquí y hubiese disfrutado mucho y se hubiese sentido muy orgullosa por su pequeña contribución. Te echamos mucho de menos, mami. La echamos mucho de menos a ella y a todos los que nos han acompañado en este camino y a los que hoy ya no podemos abrazar. Siguen estando en nuestro recuerdo. Un beso para cada uno de ellos. Estoy segura de que mi madre se siente muy orgullosa de ver tras estos 35 años su pequeña contribución al inicio de la entidad, sin saber la dimensión e importancia que tendría para el futuro de su hija y para el de su nieto Elías. Apnaba es, en 2025, un pequeño gran milagro, resultado de muchos arrojos unidos de las familias, los profesionales y las personas con TEA, que se esfuerzan en entender el mundo y expresar sus necesidades. Ellas son la razón, ellas son nuestra razón para estar hoy aquí. Queremos dar las gracias a todas las personas que han configurado las juntas directivas de Apnaba a lo largo de los años; y especialmente a Román, compañero de camino, amigo y casi un padre, que consigue que nadie cese en la lucha por proporcionarnos todo lo que necesitamos para atender a las personas con autismo y sus familias, tanto en el día de hoy como preparando el futuro”.
El doctor Enrique Galán Gómez, jefe de Pediatría del Hospital Materno Infantil, recogió el galardón ‘Igual futuro’, por su incansable labor de asesoramiento en materia médica. “Para mí es un honor estar aquí y recibir este reconocimiento. Siento un enorme respeto por el grupo de familias, pacientes y padres, por el enorme trabajo que realizan cada día, un ejemplo de empatía, sacrificio y solidaridad. Comparto este premio con mis compañeros del servicio de Pediatría, tan involucrados siempre con estos chicos, con acompañamiento desde diversos puntos de vista. Trabajar con chicos con problemas de neurodesarrollo precisa de empatía y comprensión, pero ustedes no saben lo que nosotros aprendemos, lo que supone sacar una sonrisa de otro chico, de sus familiares. Su progreso, sus avances, nos hacen a nosotros continuar, nos dan ánimos para seguir trabajando, para seguir investigando. Llevo trabajando con chicos como sus hijos 40 años. El primer niño al que traté fue Alejandro, que en paz descanse. Vi luchar a mi amigo Román, posteriormente a muchas otras personas de este grupo. Conozco bien su situación y por eso agradezco vuestro trabajo diario. Esto nos enseña mucho, nos da un punto para poder cambiar el estilo de vida. Quiero terminar dando las gracias a Lourdes, mi mujer, por ayudarme a hacer lo que me gusta y lograr las metas que tenía. Gracias por acordaros de mí y dejarme participar modestamente de vuestra causa”.

Un momento muy especial de la gala se vivió cuando los homenajeados fueron todas aquellas personas que, estando en la sombra, hacen posible que los demás trabajen en y por Apnaba. Recibió el galardón en su nombre Lita Tejado, madre de Alejandro y mujer de Román, y una persona irrepetible. Posteriormente subió al estrado el presidente de la Federación Autismo Extremadura, Rafael Hernández, quien entregó un reconocimiento especial a Román Robles, “a la persona que ha dado su vida por Apnaba, que ha estado al frente de la asociación desde 1990. Una asociación reconocida a nivel nacional, que empezó porque ocho padres tiraron adelante con ella. Es una persona sencilla y dialogante, y que sabe estar en todos los sitios. Lo sé porque tengo el honor de acompañarle muchas mañanas, cuando me llama y me dice que la presidenta de la Junta va a estar en tal sitio, que hay algo en la Diputación, que tenemos que ir a ver a Emilio Vázquez. Otros días buscando lo que sea… y a él le da igual la hora o el día. Es una persona incansable. Este es el premio que te mereces”. El galardón está confeccionado por un trabajador de la entidad. “Gracias a los trabajadores de Apnaba mi hijo, que no habla, me echa una sonrisa cada vez que le digo que vamos a Apnaba. Para mí eso es lo mejor que hay”, terminó.
“Yo solo cumplo con mi deber, nada más”, indicó Román Robles, en su agradecimiento. Y nada menos, que no es poco lo que habéis conseguido. En esta gala, tan bien realizada y que contó con excelentes intervenciones de usuarios de Apnaba, quedó muy claro el éxito de lo realizado y las ganas y la ilusión para afrontar el futuro, en el que estaremos junto a vosotros. Porque os lo merecéis.
¡Ah! ¿Se acuerdan del chiquillo del que hablamos al principio del artículo? Pues al final de la gala ahí seguía, jugando y siendo feliz. Porque de eso se trata, ni más ni menos. De que ellos y ellas sean felices.
