En 2025 la Unión Europea ha implementado una nueva normativa que exige la constitución de un aval para recibir anticipos de determinadas ayudas. Esta medida tiene como objetivo garantizar el uso adecuado de los fondos y minimizar posibles riesgos financieros asociados a su distribución.
En España han comenzado a aparecer disposiciones relativas a la concesión de ayudas que trasponen estas directrices europeas. La exigencia de avales para la concesión de anticipos busca garantizar la solvencia y el compromiso de los beneficiarios en la ejecución de los proyectos subvencionados, asegurando así una gestión más eficiente y transparente de los recursos destinados al desarrollo económico y social.
Elkargi es la principal sociedad de garantía recíproca en España y, según Cinco Días, su plan estratégico para el período 2025-2027 pretende consolidar un ritmo anual de avales que supere los 500 millones de euros; buscando, además, respaldar financieramente a las 23.100 pymes, autónomos y emprendedores, facilitando su acceso a recursos necesarios para sus proyectos de crecimiento y consolidación.
Como en todas las sociedades de garantía recíproca, para ser beneficiario de un aval es necesario ser socio de esta. Entre las disposiciones monetarias que hay que realizar para la constitución del aval se encuentra la compra de un número de participaciones de la sociedad de garantía recíproca. Normalmente estas entidades establecen una participación mínima, y el importe que hay que destinar a ello suele ser un porcentaje del importe del aval solicitado. Estas participaciones pueden venderse y recobrar lo aportado una vez que el aval está cancelado.
En casi todas las comunidades autónomas existe una sociedad de garantía recíproca específica que tiene entre sus objetivos promover la obtención de garantías en su zona. Dependiendo de la comunidad autónoma tienen unos límites máximos de concesión. Además, existen otras sociedades de garantía recíproca, como Iberaval, que no se circunscriben exclusivamente a su comunidad autónoma y se embarcan en proyectos con menos limitaciones, tanto a nivel territorial como en los importes avalados.
Es posible que, si necesitas un aval mayor que el que la sociedad de garantía recíproca de tu comunidad autónoma puede proporcionarte, esta invite a otras sociedades de garantía recíproca para alcanzar el importe que necesitas.