La ciudad de Cáceres ha abierto el plazo para que cualquier persona, colectivo, asociación o entidad creativa presente proyectos artísticos y culturales que puedan integrarse en su candidatura a la Capitalidad Cultural Europea de 2031.
El período para enviar las iniciativas finalizará el 1 de noviembre y no existe limitación en cuanto a disciplina, tamaño o procedencia de las propuestas. Esta convocatoria prolonga el proceso participativo iniciado desde que la ciudad anunció su aspiración a obtener el título europeo.
Las solicitudes se canalizarán a través de la página oficial del proyecto y las seleccionadas se incorporarán al documento que servirá como base de la candidatura ante la Unión Europea, denominado ‘bidbook’. El concejal de Cultura, Educación y Comercio, Jorge Suárez, y la coordinadora general del Consorcio Cáceres Capital Europea de la Cultura 2031, Iris Jugo, han señalado que los proyectos deberán ajustarse a los objetivos estratégicos establecidos; entre ellos figura la promoción de una cultura que favorezca el diálogo entre el entorno urbano y el rural, que fomente la sostenibilidad medioambiental y que respalde el pacto verde europeo, así como el fortalecimiento de la accesibilidad.
También se priorizarán las propuestas que impulsen la participación ciudadana, estrechen la cooperación internacional y defiendan valores europeos como la solidaridad, la paz y la colaboración entre territorios.
Un comité compuesto por el equipo de Cáceres 2031 y especialistas del ámbito cultural evaluará cada iniciativa atendiendo a criterios de creatividad, repercusión, viabilidad y adecuación tanto a los estándares europeos como al enfoque de la candidatura cacereña. Los proyectos seleccionados recibirán apoyo adaptado a sus características y necesidades específicas.
Las ideas que se integren en el ‘bidbook’ se considerarán parte del plan integral que Cáceres presentará oficialmente para lograr el título de Capital Cultural Europea. Tanto Jorge Suárez como Iris Jugo han animado a entidades locales, empresas, colectivos y particulares a participar en esta oportunidad, subrayando que se trata de un esfuerzo colectivo para diseñar la ciudad del futuro sin limitaciones ni exclusiones. Además, Jorge Suárez ha destacado que el proyecto avanza de forma sólida, con aspiraciones firmes de éxito y con capacidad para transformar profundamente la ciudad.
España y Malta han sido designadas para albergar la Capital Europea de la Cultura en 2031, según el calendario establecido por la Unión Europea, y el proceso de selección comenzó formalmente en diciembre de 2024 con la apertura de la convocatoria por parte del Ministerio de Cultura. A esta candidatura se han sumado Cáceres, Granada, Jerez, Burgos, Oviedo, Toledo, Las Palmas de Gran Canaria, Palma de Mallorca, Pamplona, León y Vitoria.
La candidatura de Cáceres cuenta con el respaldo institucional de la Junta de Extremadura, las diputaciones de Cáceres y Badajoz, y el Ayuntamiento de Cáceres, que conforman el Consorcio Cáceres Capital Europea de la Cultura 2031. Esta colaboración multisectorial refuerza la solidez del proyecto, que aspira a convertirse en la quinta ciudad española en obtener el título, tras Madrid en 1992, Santiago de Compostela en el año 2000, Salamanca en 2002 y San Sebastián en 2016.
El proceso de selección final será gestionado por el Gobierno central, que designará a la ciudad representante a finales de 2026, tras evaluar los dossiers presentados según criterios como la dimensión europea, la sostenibilidad, el impacto cultural y la gestión del proyecto. Las ciudades candidatas han participado ya en reuniones informativas organizadas por el Ministerio de Cultura y la Comisión Europea, con el fin de alinear sus propuestas con los estándares continentales.
La obtención del título supone un impulso económico significativo, como demostró San Sebastián en 2016, que registró un retorno estimado superior a los 70 millones de euros, especialmente en el sector servicios, además de un aumento de 12 millones en ingresos públicos y una exposición mediática equivalente a 40 millones de euros. Este contexto refuerza la relevancia de la participación ciudadana en la elaboración del ‘bidbook’, ya que el éxito de la candidatura depende tanto de la calidad de las propuestas como de su capacidad para representar una visión colectiva y transformadora de la ciudad.