Mucha gente asocia las celebraciones navideñas a consumismo, debido al gran desembolso de dinero que se hace tanto en regalos como en celebraciones. Parece que no es posible una Navidad sin ese derroche, ya que supuestamente todo el mundo sale con amistades y familia y se demuestra el cariño de manera material.
Caemos en el error de cubrir carencias con cosas materiales, olvidándonos de la esencia de esta etapa navideña, que es pasar tiempo con la familia y amistades, viviendo momentos únicos que no se compran con dinero, simplemente hay que vivirlos y aprovechar el tiempo.
Si tienes que hacer algunos desembolsos que no puedes saltarte debes planificar qué compras son prioritarias a nivel de alimentación y regalos. Es buena idea elaborar listas, comparar precios y buscar las mejores ofertas; por eso es prioritario plantearse con tiempo qué tienes que regalar para no caer en compras compulsivas.
Debes evitar endeudarte por gastar más en Navidad. No olvides que lo que cuenta es el espíritu navideño; con manualidades conseguirás regalos muy personales además de únicos, añade un toque personal y un mensaje a nivel emocional. Respecto a las comidas intenta cocinar en casa, lo que reducirá los gastos, y además todo será más natural y aportará un toque más familiar, recordándonos a nuestras abuelas.
Es importante saborear los momentos y además valorarlos. Hay que dar valor al tiempo que dedicamos a los que más queremos y no al regalo más caro que hacemos. Prioriza los momentos y olvídate de coleccionar cosas.
Felices fiestas.