El consejo regulador de la Indicación Geográfica Protegida Cordero de Extremadura ‘Corderex’ recomienda siete destinos para descubrir la exquisita carne del Cordero de Extremadura, en este atípico verano en el que el turismo nacional se ha convertido, prácticamente, en una obligación.
Así, los idílicos entornos naturales y rurales, unidos a la oferta gastronómica basada en la diversidad y en la calidad de los ingredientes, convierten a Extremadura en un magnífico destino para los amantes de la naturaleza y la gastronomía.
El cordero es uno de los productos más característicos de la gastronomía regional. Los corderos de Corderex proceden de la raza merina, y el sistema de producción de las explotaciones inscritas en el consejo regulador es el extensivo y semiextensivo tradicional que, además de contribuir al mantenimiento del ecosistema de la dehesa, hacen de este paisaje un símbolo de la región.
Este método de producción tradicional aporta a la carne procedente de estos corderos unas características específicas en cuanto a terneza, color, y jugosidad; además de ser aromática y de tener poca grasa.
Por todo esto, Extremadura cuenta con una gran variedad de restaurantes que apuestan y que son fieles al consumo de la carne de cordero con sello de calidad, y en los que el visitante podrá disfrutar de numerosas elaboraciones.
El recorrido empieza en la provincia de Badajoz. Lugares como Mérida, Zafra, Olivenza y Jerez de los Caballeros, municipios repletos de historia y arquitectura que, sin duda, hay que visitar. La chanfaina de Extremadura, un plato de casquería rico en vitaminas y minerales, la caldereta de cordero, pierna y paletilla al horno a baja temperatura o las hamburguesas de cordero son algunos de los platos recomendados.
Por otro lado, la provincia de Cáceres cuenta con enclaves maravillosos como Trujillo, Plasencia o el Valle del Jerte, y en todos ellos se puede probar el típico frite extremeño, un plato sencillo y contundente para un buen día de turismo; se trata de un guiso tradicional de la cocina popular elaborado a base de tajadas de cordero, patatas guisadas y asadura.
Trujillo y su prominente arquitectura medieval ha sido escenario de importantes producciones audiovisuales como ‘Juego de tronos’ o ‘La peste’. Dentro de las murallas de Trujillo convivieron diversos reinos y culturas, y también fue tierra de conquistadores, cuyos rastros son muy visibles en todos los edificios de la Plaza Mayor. Cordero relleno de boletus y unas chuletillas a la brasa son algunos de los platos que se pueden degustar.
En los restaurantes del casco antiguo de Plasencia se puede probar las mollejas de cordero, otro exquisito plato donde se saborean matices distintos de la carne.
También es obligatoria la parada en el Valle del Jerte, con municipios como Piornal, Jerte o Cabezuela del Valle, zonas repletas de historia, monumentos y gastronomía, con recetas como las manitas de cordero, la pierna en hojaldre o los churrasquitos.
